Para los buenos comensales, no debe haber algo más gratificante que degustar en sus platillos preferidos, aquellas especias que le bridan un sabor y aroma particular, como parte de las claves de la y secretos de la gastronomía bien elaborada. Tal como el caso de la preparación del ajo negro, uno de los condimentos más exquisitos empleados en la actualidad, añadiendo un toque ligeramente dulce, diferente y agradable a las recetas que lo incluyen.
Por esta razón, es importante conocer realmente en qué consiste el proceso para elaborar el ajo negro, haciendo énfasis en la forma de obtenerlo, mediante un método de maduración, a consecuencia de la reacción química entre las proteínas y azucares al ser calentadas.

Preparación del Ajo Negro. Foto por Envato.
De manera que, para lograr producir una base con esta tan selecta especie, debemos conocer los secretos de preparación del ajo negro.
Preparación del Ajo Negro
Si estás interesado en efectuar la preparación del ajo negro por tu propia cuenta, debes proveerte de un sencillo equipo, con el cual lograrás desarrollar el proceso necesario para obtener esta delicia del paladar e inmejorable nutriente.
La preparación del ajo negro necesita de una olla o container con tapa, capaz de mantener temperaturas constantes de entre 60ºC y 80ºC (140º y 176º Fahrenheith) durante unas 6 o 7 semanas. Si se logra temperaturas menores que ronden los 40ºC, el proceso podrá variar entre 60 días continuos y hasta 90 días.
Los utensilios más recomendados son, una olla arrocera que logre dichas temperaturas, deshidratadoras, yogurteras o un horno de baja temperatura.
Aprende el proceso de maduración y preparación del ajo negro.
Antes de iniciar la preparación del ajo negro, los bulbos de ajo que hemos seleccionado pueden ser hidratados en agua de mar, previamente hervida y enfriada, dejando pasar aproximadamente un espacio de 10 minutos.
A los bulbos solo se le debe retirar la primera capa exterior, cuidando no romper el resto del envoltorio natural. Estos bulbos deben estar libres de tierra y raíces, pues será imposible su limpieza una vez iniciado el proceso de maduración.
Así, ya acondicionados, forraremos cada bulbo de ajo de manera total y bien ajustada con papel de aluminio, sin que quede expuesta ninguna parte del mismo.
Colocaremos las piezas de ajo escogidas dentro del horno u olla elegida al efecto y la encenderemos hasta llevarla a la temperatura adecuada, manteniéndola de manera constante por el tiempo señalado.
Podremos constatar cómo se desarrolla el proceso de maduración, chequeando uno de los bulbos aproximadamente a los 30 días, teniendo sumo cuidado al abrir el papel de aluminio y desprendiendo suavemente uno de los dientes de ajo que deberá tener ya un color marrón.
Así, con un poco de paciencia, lograremos obtener con la preparación del ajo negro, un buen aliado en la manufactura de nuestras recetas, dejando en ellas su suave textura, además de beneficiar de manera considerable nuestra salud, por sus inmejorables propiedades.