La naturaleza es tan prodigiosa que logra mantener un equilibrio perfecto para todo lo que la compone. Por tanto, no debemos sorprendernos cuando profundizamos en este aspecto y notamos que en nuestro planeta logramos encontrar suministros de todo aquello que necesitamos.
En el caso de la stevia, y más específicamente en este caso en la stevia en polvo, esto queda en evidencia a simple vista.
STEVIA EN POLVO » Propiedades y peligros del consumo foto por Freiheitsjunkie Pixabay
Características de la stevia en polvo
Esta pequeña planta originaria de la selva paraguaya ha logrado cobrar cierta popularidad debido a que la stevia aporta ciertos beneficios. Más allá de sus bondades medicinales y que puede ser consumida por pacientes de diabetes o con problemas de obesidad, son cada vez más las personas de acuerdo en que la stevia es una excelente alternativa al azúcar de mesa (1).
Esto último se debe a que la stevia es naturalmente hasta 300 veces más dulce que el azúcar. Además, cuenta con el aliciente extra de que no posee carbohidratos, sodio o calorías. En resumidas cuentas, se puede decir que la stevia es el edulcorante para los amantes de la comida sana por excelencia.
Como es natural que ocurra, gracias a su popularidad han surgida muchas formas distintas de su consumo, líquida, macerada, en cápsulas, hojas seca, hojas frescas y la que nos ocupa en este caso que es la stevia en polvo.
Si estas aquí es porque probablemente estés interesado en conocer con mayor profundidad todos los misterios que giran en torno a la stevia en polvo, no sólo en torno a sus propiedades, sino a los peligros que podría llevar su consumo en exceso. Pues bien, a continuación ahondaremos en dicho tema para aclarar todas tus interrogantes.
Propiedades de la stevia en polvo
Es posible encontrar en el mercado global stevia en polvo de color blanco y de color verde. La diferencia entre estas dos es que la stevia de color blanco, si bien conserva sus propiedades, ha sido procesada químicamente; en contraparte, la stevia en polvo de color verde es un producto completamente ecológico, ya que para su obtención se secan las hojas a bajas temperaturas para posteriormente molerlas.
En este sentido hay que decir que son muchas las marcas que se encargan de comercializar la stevia en polvo blanca a manera de aditivo alimenticio. Se trata de un producto altamente procesado, el cual cuenta con el añadido de maltodextrina, también encontrado en el azúcar tradicional. Básicamente se utiliza para eliminar el sabor dulce-amargo del extracto natural de stevia (2).
Stevia procesada
Así mismo, en esta stevia altamente procesada es posible encontrar, en ocasiones, eritritol acuoso, cloroformo, etanol, entre otros componentes. Se trata de aditivos que no tienen más función que hacer más fina a la stevia en polvo, así como también más rentable. Esto se detiene en que cada vez se ve más reducido el porcentaje puro de stevia.
Por su parte, como ya se mencionó el polvo de color verde de stevia es más natural y cuenta con las propiedades de cero calorías, cero sodio y cero carbohidratos de la planta, además de su carencia de índice glucémico.
Peligros del consumo
En líneas generales puede decirse que el polvo verde de stevia no acarrea consecuencias negativas si se consume con moderación, puesto que conserva por completo sus propiedades naturales. Sin embargo, el polvo blanco de stevia sí puede conllevar efectos secundarios con su consumo debido a que los procesos químicos en su procesamiento le quitan parte importante de sus propiedades naturales.
Entre los efectos secundarios o contraindicaciones de este tipo de stevia en polvo podemos mencionar:
- Problemas de fertilidad.
- Problemas cerebrales.
- Ciertos tipos de cáncer.
- Anemia y reducción de la presencia de glóbulos rojos en la sangre.
Referencias:
- Goyal, S. K., Samsher, & Goyal, R. K. (2010). Stevia (Stevia rebaudiana) a bio-sweetener: a review. International Journal of Food Sciences and Nutrition, 61(1), 1–10.
- Prakash, I., Markosyan, A., & Bunders, C. (2014). Development of Next Generation Stevia Sweetener: Rebaudioside M. Foods, 3(1), 162–175.
