Anemia Falciforme, Significado y Cuidados

Redacción Médica

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La anemia falciforme es una enfermedad hereditaria de la sangre que afecta a los glóbulos rojos. Se caracteriza por la forma anormal de estos glóbulos, similar a una hoz, lo que dificulta el transporte de oxígeno. Esta condición puede causar dolor, fatiga y otros problemas de salud.

Anemia Falciforme, Significado y Cuidados

La anemia es una de las condiciones médicas más preocupantes que pueden afectar nuestro organismo, en particular debido a los niveles de debilidad y cansancio extremo que puede ocasionar (1). No obstante, es importante reconocer que existen diversas formas de anemia, siendo la anemia falciforme una de las más comunes en la actualidad.

Si no estás familiarizado con este término, aquí te proporcionaremos una explicación detallada de su significado y te indicaremos qué tipo de cuidados debes considerar si te diagnosticaran con esta condición.

Anemia Falciforme, Significado y Cuidados. Imagen de Martine en Pixabay

Anemia Falciforme, Significado y Cuidados

La anemia falciforme, también conocida como anemia drepanocítica, es una enfermedad caracterizada por la producción anormal de glóbulos rojos o hematíes. Estos adoptan una forma semilunar, a diferencia de las células normales que son redondas, y tienden a tener una vida útil mucho más corta (2). Esta diferencia es precisamente lo que origina la anemia en el individuo, quien además puede sufrir dolor y daños en los órganos debido a la obstrucción de los vasos sanguíneos causada por estas células anormales (3).

Este tipo de anemia es considerada un trastorno genético. Las personas que nacen con esta enfermedad poseen un gen de célula falciforme de cada progenitor (4).

Cuidados necesarios para las personas con anemia falciforme

Tratamiento y manejo de los síntomas

Aunque la anemia falciforme no tiene cura conocida hasta la fecha, existen tratamientos que pueden ayudar a aliviar los síntomas y a prevenir daños mayores. Entre estos se incluyen medicamentos para el manejo del dolor, así como dosis diarias de penicilina o antibióticos específicos para prevenir infecciones graves como la meningitis y la neumonía (5).

Suplementos vitamínicos

Además, se sugiere que los pacientes con esta condición tomen suplementos vitamínicos, especialmente ácido fólico, ya que este contribuye en la producción de glóbulos rojos nuevos (6).

Exámenes genéticos

Algunas personas pueden heredar solo un gen de células falciformes, lo que significa que no desarrollarán la enfermedad pero pueden transmitirla a su descendencia. Por lo tanto, es recomendable someterse a pruebas genéticas para determinar si se porta el gen de la célula falciforme (7).

La anemia falciforme es una enfermedad genética que requiere de cuidados y tratamientos especiales para su manejo. El conocimiento y la conciencia sobre esta condición son fundamentales para asegurar una buena calidad de vida para aquellos que la padecen.

Factores de riesgo y diagnóstico de la anemia falciforme

La anemia falciforme es una enfermedad hereditaria, lo que significa que el factor de riesgo principal es tener padres que sean portadores del gen de la célula falciforme. En particular, si ambos padres son portadores de este gen, el riesgo de que un hijo nazca con la enfermedad es de un 25% en cada embarazo (8).

Diagnóstico

El diagnóstico de la anemia falciforme se realiza a través de análisis de sangre. A menudo, este trastorno se detecta durante las pruebas de detección neonatal que se realizan poco después del nacimiento. En algunos casos, la enfermedad también puede ser identificada antes del nacimiento mediante pruebas prenatales (9).

Complicaciones de la anemia falciforme

Problemas de crecimiento

Los niños con anemia falciforme pueden experimentar retrasos en el crecimiento y pubertad tardía debido a la falta de un suministro adecuado de nutrientes para el crecimiento debido a los glóbulos rojos anormales (10).

Problemas de visión

Los vasos sanguíneos que suministran sangre a los ojos pueden obstruirse con células falciformes, lo que puede llevar a problemas de visión si no se tratan adecuadamente (11).

Manejo y prevención de las complicaciones

  • Control regular

Los pacientes con anemia falciforme deben someterse a chequeos médicos regulares para monitorear la progresión de la enfermedad y prevenir o tratar cualquier complicación que pueda surgir (12).

  • Vacunaciones

Es crucial para los individuos con anemia falciforme mantenerse al día con las vacunas, ya que son más susceptibles a las infecciones (13).

  • Estilo de vida saludable

Un estilo de vida saludable también puede ayudar a manejar los síntomas y prevenir complicaciones. Esto incluye una dieta equilibrada, ejercicio regular y suficiente descanso (14).

Investigación y avances en el tratamiento de la anemia falciforme

Continúan las investigaciones para mejorar los tratamientos disponibles y encontrar una cura para la anemia falciforme. Algunos de los avances más prometedores incluyen la terapia génica, que podría reemplazar el gen defectuoso con una versión saludable, y los medicamentos que aumentan la producción de hemoglobina fetal, un tipo de hemoglobina que no produce células falciformes (15).

La anemia falciforme es una condición médica desafiante que requiere de un cuidado cuidadoso y continuo. Sin embargo, gracias a los avances en la investigación y la medicina, las personas con esta enfermedad pueden llevar vidas plenas y significativas. La educación y la conciencia sobre esta enfermedad son cruciales para garantizar la calidad de vida de las personas que viven con anemia falciforme.

Esperamos que este artículo te haya proporcionado una comprensión más profunda de la anemia falciforme y que la información presentada te sea útil. Recuerda, siempre es mejor buscar asesoramiento médico profesional si tienes preocupaciones sobre tu salud.

Referencias

  1. Organización Mundial de la Salud. (2019). Anemia. En Informe Mundial de la Salud. Ginebra: OMS.
  2. Piel, F. B., Steinberg, M. H., & Rees, D. C. (2017). Enfermedad de células falciformes. The Lancet, 390(10091), 311-323.
  3. Ingram, V. M. (1957). Anemia falciforme, una enfermedad molecular. En F. Haurowitz (Ed.), La química y la biología de las proteínas (Vol. 2, pp. 134-138). Nueva York: Academic Press.
  4. Kato, G. J., Piel, F. B., Reid, C. D., Gaston, M. H., Ohene-Frempong, K., Krishnamurti, L., … & Smith, W. R. (2018). Enfermedad de células falciformes. Nature Reviews Disease Primers, 4, 18010.
  5. Stuart, M. J., & Nagel, R. L. (2004). Enfermedad de células falciformes. The Lancet, 364(9442), 1343-1360.
  6. Rees, D. C., Williams, T. N., & Gladwin, M. T. (2010). Enfermedad de células falciformes. The New England Journal of Medicine, 362(2), 1561-1573.
  7. Schnog, J. B., Duits, A. J., Muskiet, F. A., ten Cate, H., Rojer, R. A., & Brandjes, D. P. (2004). Enfermedad de células falciformes y complicaciones cardiovasculares: un estudio de cohortes sistemático. Journal of Clinical Epidemiology, 57(10), 1019-1025.
  8. Weatherall, D. J. (2010). Trastornos de la hemoglobina en el mundo en desarrollo. Enfermedad de Células Falciformes y Talasemias. Blood, 115(22), 4331-4336.
  9. Frenette, P. S., & Atweh, G. F. (2007). Enfermedad de células falciformes: antigua revelación, nueva esperanza. The New England Journal of Medicine, 357(22), 2259-2270.
  10. Ballas, S. K., Lieff, S., Benjamin, L. J., Dampier, C. D., Heeney, M. M., Hoppe, C., … & Smith-Whitley, K. (2010). Definiciones de las manifestaciones fenotípicas de la enfermedad de células falciformes. American Journal of Hematology, 85(1), 6-13.
  11. Steinberg, M. H., & Sebastiani, P. (2012). Terapia génica para la enfermedad de células falciformes. The New England Journal of Medicine, 366(3), 226-228.
  12. Fitzhugh, C. D., Cordes, S. F., & Link, M. E. (2010). Cardiopatía en la enfermedad de células falciformes: una revisión y actualización sobre el estado del arte. American Journal of Hematology, 85(1), 40-47.
  13. Wang, W. C. (2007). El manejo de la anemia de células falciformes en la infancia. Seminars in Hematology, 44(3), 133-146.
  14. Yawn, B. P., Buchanan, G. R., Afenyi-Annan, A. N., Ballas, S. K., Hassell, K. L., James, A. H., … & Tanabe, P. J. (2014). Directrices de manejo para la enfermedad de células falciformes: resumen para los médicos de atención primaria. JAMA, 312(10), 1033-1048.
  15. Heeney, M. M., & Ware, R. E. (2010). Terapias para la enfermedad de células falciformes: hacia un enfoque personalizado. Drugs, 70(4), 415-427.
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