Colangitis Biliar Primaria y Colangitis Esclerosante Primaria

Redacción

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La Colangitis Biliar Primaria (CBP) es una enfermedad crónica hepática, autoinmune, que destruye gradualmente los conductos biliares pequeños del hígado, provocando fibrosis y posible cirrosis. La Colangitis Esclerosante Primaria (CEP) es una afección inflamatoria crónica que causa estrechamiento y cicatrización de los conductos biliares, pudiendo provocar daño hepático grave.

Colangitis Biliar Primaria y Colangitis Esclerosante Primaria

La colangitis esclerosante se caracteriza por la inflamación, cicatrización y deterioro de las vías biliares, conductos encargados de transportar el líquido digestivo, la bilis, desde el hígado hasta el intestino delgado. Esta condición causa un endurecimiento y ensanchamiento de estas vías, desencadenando potencialmente graves daños en el hígado(1). Antes de abordar a profundidad la colangitis esclerosante, es importante destacar que esta no es la única forma de colangitis. Existe otra llamada colangitis biliar primaria la cual también profundizaremos en este artículo.

¿Qué es la Colangitis Biliar Primaria?

La colangitis biliar primaria (CBP) es una enfermedad crónica y progresiva del hígado que se produce cuando las pequeñas vías biliares dentro del hígado se inflaman y se destruyen. Esto puede llevar a la cicatrización del tejido hepático (cirrosis) y eventualmente a la insuficiencia hepática(2). Al igual que la colangitis esclerosante, la causa de la CBP no está completamente clara, pero se piensa que puede estar relacionada con una respuesta autoinmune(3).

Colangitis Biliar Primaria y Colangitis Esclerosante Primaria. Imagen de Mohamed Hassan en Pixabay

¿Qué es la Colangitis Esclerosante?

La etiología exacta de la colangitis esclerosante es desconocida. Sin embargo, existen ciertos trastornos y factores que pueden incrementar el riesgo de desarrollar esta enfermedad, incluyendo trastornos autoinmunitarios, pancreatitis crónica, colitis ulcerativa, enfermedad de Crohn y sarcoidosis(1). Los factores genéticos también pueden jugar un papel, con la enfermedad siendo más común en hombres que en mujeres y raramente presentándose en niños(4). Otras posibles causas incluyen cálculos biliares en el ducto biliar e infecciones de la vesícula, el hígado y las vías biliares(5).

Síntomas de la Colangitis Esclerosante

Los síntomas de la colangitis esclerosante pueden variar ampliamente. Algunos pacientes pueden experimentar fatiga, comezón, ictericia (coloración amarillenta de la piel y de los ojos). Sin embargo, es posible que otros no presenten síntomas, lo que puede dificultar el diagnóstico y la detección temprana(6). Otros síntomas pueden incluir hepatomegalia (agrandamiento del hígado), esplenomegalia (agrandamiento del bazo), pérdida del apetito y de peso, así como episodios recurrentes de colangitis(7).

¿Cómo se Diagnostica y Trata la Colangitis?

El diagnóstico de la colangitis esclerosante y biliar primaria puede ser desafiante, especialmente en aquellos que no presentan síntomas. Sin embargo, un médico puede sospechar la presencia de estas enfermedades en base a los antecedentes médicos del paciente, los síntomas reportados y ciertos hallazgos físicos. Las pruebas adicionales, como análisis de sangre, ultrasonido, tomografía computarizada (TC), resonancia magnética y biopsia hepática, pueden ayudar a confirmar el diagnóstico(8).

En términos de tratamiento, aunque no existe una cura para estas enfermedades, los medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas y retrasar la progresión de la enfermedad(9). En los casos más graves, puede ser necesaria una cirugía o un trasplante de hígado(10).

Si usted sospecha que puede estar padeciendo colangitis esclerosante o biliar primaria, no dude en consultar con su médico o proveedor de salud. Es importante un diagnóstico temprano para poder establecer el mejor plan de tratamiento y mejorar la calidad de vida del paciente.

Prevención de la Colangitis Biliar Primaria y la Esclerosante Primaria

Aunque la prevención completa de estas enfermedades puede ser complicada debido a su naturaleza incierta y su posible vínculo con factores genéticos y autoinmunes, hay algunas estrategias generales que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades hepáticas y mantener la salud del hígado en general(11).

Mantener un estilo de vida saludable

Practicar un estilo de vida saludable es crucial para la prevención de muchas enfermedades, incluyendo la colangitis biliar primaria y la esclerosante. Esto incluye una alimentación balanceada, rica en frutas, vegetales, proteínas magras y granos integrales; ejercicio físico regular, control de peso y evitar el consumo excesivo de alcohol. Estos hábitos ayudan a mantener el hígado saludable y reducir el riesgo de enfermedades hepáticas(12).

Evitar toxinas

El hígado es el principal órgano de desintoxicación del cuerpo, por lo que la exposición a toxinas puede sobrecargarlo y dañarlo. Evitar o minimizar la exposición a productos químicos tóxicos, tanto en el hogar como en el trabajo, puede contribuir a la salud hepática. También es importante evitar el consumo de tabaco y alcohol, ya que estos pueden dañar el hígado(13).

Control de enfermedades concomitantes

Si se tiene una enfermedad autoinmune, es esencial mantenerla bajo control para prevenir complicaciones, como la colangitis. Trabajar de cerca con el médico y seguir el plan de tratamiento puede ayudar a mantener estas enfermedades en control(14).

Vacunación

Asegurarse de estar al día con las vacunas, especialmente las que protegen contra enfermedades hepáticas como la hepatitis A y la hepatitis B, puede contribuir a mantener la salud del hígado(15).

Control médico regular

Realizar chequeos médicos regulares puede ser clave para detectar cualquier posible problema hepático en una etapa temprana, especialmente si existen factores de riesgo para enfermedades hepáticas, como la colangitis. Durante estos chequeos, el médico puede realizar pruebas de función hepática para monitorear la salud de este órgano(16).

La colangitis esclerosante y la colangitis biliar primaria son enfermedades hepáticas serias que pueden llevar a complicaciones graves si no se detectan y tratan a tiempo. Aunque todavía no se entienden completamente sus causas, se sabe que están relacionadas con la inflamación y el daño a las vías biliares en el hígado. Mantener un estilo de vida saludable, evitar toxinas, controlar las enfermedades autoinmunes, estar al día con las vacunas y realizar chequeos médicos regulares son algunas de las medidas que pueden ayudar a prevenir estas y otras enfermedades hepáticas.

Si sospecha que puede tener colangitis esclerosante o biliar primaria, es importante que consulte con un médico lo antes posible para que pueda comenzar un tratamiento adecuado y mejorar su pronóstico y calidad de vida.

Finalmente, la investigación continua en este campo permitirá una mejor comprensión de estas enfermedades y, con suerte, dará lugar a terapias más eficaces para su manejo en el futuro.

Referencias

  • 1 Chapman R, Fevery J, Kalloo A, et al. Diagnosis and management of primary sclerosing cholangitis. Hepatology. 2010;51(2):660-678.
  • 2 Carey EJ, Ali AH, Lindor KD. Primary biliary cirrhosis. Lancet. 2015;386(10003):1565-1575.
  • 3 Selmi C, Mayo MJ, Bach N, et al. Primary biliary cirrhosis in monozygotic and dizygotic twins: genetics, epigenetics, and environment. Gastroenterology. 2004;127(2):485-492.
  • 4 Karlsen TH, Schrumpf E, Boberg KM. Genetic epidemiology of primary sclerosing cholangitis. World J Gastroenterol. 2007;13(41):5421-5431.
  • 5 Lazaridis KN, LaRusso NF. Primary sclerosing cholangitis. N Engl J Med. 2016;375(12):1161-1170.
  • 6 Boonstra K, Beuers U, Ponsioen CY. Epidemiology of primary sclerosing cholangitis and primary biliary cirrhosis: a systematic review. J Hepatol. 2012;56(5):1181-1188.
  • 7 Lindor KD, Kowdley KV, Harrison ME; ACG. ACG Clinical Guideline: Primary Sclerosing Cholangitis. Am J Gastroenterol. 2015;110(5):646-659.
  • 8 Ponsioen CY. Diagnosis, differential diagnosis and epidemiology of primary sclerosing cholangitis. Dig Dis. 2012;30 Suppl 1:134-138.
  • 9 Hirschfield GM, Karlsen TH, Lindor KD, Adams DH. Primary sclerosing cholangitis. Lancet. 2013;382(9904):1587-1599.
  • 10 Ali AH, Carey EJ, Lindor KD. Recent advances in the development of farnesoid X receptor agonists. Ann Transl Med. 2015;3(1):5.
  • 11 Verma S, Jensen D, Hart J, Mohanty SR. Predictive value of ALT levels for non-alcoholic steatohepatitis (NASH) and advanced fibrosis in non-alcoholic fatty liver disease (NAFLD). Liver Int. 2013;33(9):1398-1405.
  • 12 Zelber-Sagi S, Ratziu V, Oren R. Nutrition and physical activity in NAFLD: an overview of the epidemiological evidence. World J Gastroenterol. 2011;17(29):3377-3389.
  • 13 Teli MR, Day CP, Burt AD, Bennett MK, James OF. Determinants of progression to cirrhosis or fibrosis in pure alcoholic fatty liver. Lancet. 1995;346(8981):987-990.
  • 14 Eaton JE, Talwalkar JA, Lazaridis KN, Gores GJ, Lindor KD. Pathogenesis of primary sclerosing cholangitis and advances in diagnosis and management. Gastroenterology. 2013;145(3):521-536.
  • 15 Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Prevention of hepatitis A through active or passive immunization: recommendations of the Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP). MMWR. 2006;55(RR-7):1-23.
  • 16 Singal AK, Salameh H, Kuo YF, Fontana RJ. Meta‐analysis: the impact of screening for hepatitis C in the United States. Aliment Pharmacol Ther. 2014;40(5):459-470.
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