Tratamiento de la Colangitis: Prevención y Estrategia

Redacción

La colangitis, una inflamación de las vías biliares, requiere un tratamiento meticuloso que incluye la administración de medicamentos, intervenciones quirúrgicas para casos graves y un enfoque continuo en la prevención y el manejo a largo plazo para mejorar la calidad de vida del paciente.

Tratamiento de la colangitis

La colangitis esclerosante es una enfermedad grave que causa inflamación, cicatrización y deterioro progresivo de las vías biliares, los conductos que transportan la bilis desde el hígado hasta el intestino delgado (1). Esta afección puede resultar en daños severos al hígado y necesita ser manejada con cuidado (2). Este artículo proporcionará una visión completa del tratamiento de la colangitis, incluyendo cómo se realiza, cuándo es necesario y cómo se puede prevenir y manejar la enfermedad.

Tratamiento de la colangitis

El tratamiento de la colangitis se centra en controlar y reducir la inflamación de las vías biliares, con el objetivo de mejorar la calidad de vida del paciente (3). Este procedimiento exige un diagnóstico adecuado y oportuno, que se realiza mediante pruebas y análisis exhaustivos para determinar la gravedad de la condición (4).

Tratamiento de la colangitis. Imagen de Fran Barreto en Pixabay

Los médicos emplean medicamentos como antibióticos, colestiramina, ácido ursodeoxicólico y vitaminas liposolubles, que son eficaces para aliviar los síntomas y curar la infección biliar (5). Una vez que el paciente se estabiliza, se pueden realizar procedimientos avanzados, como la Colangiopancreatografía Retrógrada Endoscópica (CPRE) u otros tipos de intervenciones quirúrgicas (3).

La necesidad de intervenciones quirúrgicas en casos de gravedad

En pacientes con colangitis esclerosante grave, la cirugía puede ser necesaria (3). Estas intervenciones quirúrgicas pueden incluir la eliminación de las partes enfermas de las vías biliares, la colocación de stents para mantener las vías abiertas o, en casos extremos, un trasplante de hígado (6). Las decisiones sobre la cirugía siempre deben ser tomadas en conjunto con un equipo de atención médica experimentado (7).

¿Cuándo buscar atención médica para el tratamiento de la colangitis?

Es crucial buscar atención médica tan pronto como se presenten síntomas de colangitis. Estos pueden incluir picazón intensa, fatiga extrema, fiebre, dolor abdominal y color amarillento en la piel o los ojos (ictericia) (8). La atención médica debe buscarse de inmediato, especialmente si se tiene un diagnóstico previo de colitis ulcerativa o enfermedad de Crohn, ya que estos pueden aumentar el riesgo de colangitis esclerosante (9).

Estrategias de prevención y manejo de la colangitis

Aparte del tratamiento, es vital centrarse en la prevención y el manejo continuo de la colangitis. Mantener una dieta saludable, rica en fibras y baja en grasas saturadas, puede ser beneficioso (10). Además, el consumo excesivo de alcohol debe ser evitado y se debe seguir un régimen de ejercicios regulares (11). Dejar de fumar también puede ser de gran ayuda, ya que el tabaquismo puede empeorar la colangitis (12).

La importancia del monitoreo regular y las visitas al médico

Es fundamental mantener un seguimiento regular con su médico, incluso si ya está en tratamiento para la colangitis. Este monitoreo permite la detección temprana de cualquier cambio en la enfermedad, permitiendo ajustes oportunos en el tratamiento (13). Es importante recordar que cada caso de colangitis es único y necesita un enfoque de tratamiento personalizado (14).

A pesar de que la colangitis esclerosante es una enfermedad grave, con el tratamiento adecuado, el manejo activo y las intervenciones médicas a tiempo, los pacientes pueden llevar una vida plena y saludable (15).

Recuerde, si usted o alguien que conoce presenta síntomas de colangitis, busque atención médica de inmediato. El diagnóstico temprano y el tratamiento son cruciales para controlar esta afección y evitar complicaciones graves (16).

Referencias:

  • (1) Chapman, R., Fevery, J., Kalloo, A., Nagorney, D. M., Boberg, K. M., Shneider, B., & Gores, G. J. (2010). Diagnosis and management of primary sclerosing cholangitis. Hepatology, 51(2), 660–678.
    (2) Ponsioen, C. Y. (2012). Diagnosis, differential diagnosis and epidemiology of primary sclerosing cholangitis. Digestive diseases (Basel, Switzerland), 30 Suppl 1, 5–10.
    (3) European Association for the Study of the Liver. (2019). EASL Clinical Practice Guidelines: management of cholestatic liver diseases. Journal of hepatology, 51(2), 237–267.
    (4) Chapman, R., Cullen, S., Eti, E., Rowe, I., & Webster, G. (2019). Diagnosis and treatment of primary sclerosing cholangitis. British Medical Journal, 364, l495.
    (5) Eaton, J. E., Talwalkar, J. A., Lazaridis, K. N., Gores, G. J., & Lindor, K. D. (2013). Pathogenesis of primary sclerosing cholangitis and advances in diagnosis and management. Gastroenterology, 145(3), 521–536.
    (6) Blechacz, B., & Gores, G. J. (2008). Cholangiocarcinoma. Clinics in liver disease, 12(1), 131–150, ix.
    (7) Boonstra, K., Weersma, R. K., van Erpecum, K. J., Rauws, E. A., Spanier, B. W., Poen, A. C., … & van Buuren, H. R. (2013). Risk factors for primary sclerosing cholangitis. Liver international, 33(3), 515-521.
    (8) Bowlus, C. L., Lim, J. K., Lindor, K. D. (2019). AGA Clinical Practice Update on Surveillance for Hepatobiliary Cancers in Patients With Primary Sclerosing Cholangitis: Expert Review. Gastroenterology, 157(1), 34–43.
    (9) Jørgensen, K. K., Lindström, L., Cvancarova, M., Karlsen, T. H., & Castedal, M. (2012). Immunosuppression after liver transplantation for primary sclerosing cholangitis influences activity of inflammatory bowel disease. Scandinavian journal of gastroenterology, 47(5), 517–523.
    (10) Torres, J., Mehandru, S., Colombel, J. F., & Peyrin-Biroulet, L. (2017). Crohn’s disease. The Lancet, 389(10080), 1741-1755.
    (11) Tsochatzis, E. A., Bosch, J., & Burroughs, A. K. (2014). Liver cirrhosis. The Lancet, 383(9930), 1749-1761.
    (12) Bajaj, J. S., Moreau, R., Kamath, P. S., Vargas, H. E., Arroyo, V., Reddy, K. R., … & Tandon, P. (2018). Acute-on-chronic liver failure: getting ready for prime time?. Hepatology, 68(4), 1621-1632.
    (13) EASL Clinical Practice Guidelines: The diagnosis and management of patients with primary biliary cholangitis. (2017). Journal of Hepatology, 67(1), 145-172.
    (14) Trauner, M., Nevens, F., Shiffman, M. L., Drenth, J. P., Bowlus, C. L., Vargas, V., … & Pencek, R. (2019). Long-term efficacy and safety of obeticholic acid for patients with primary biliary cholangitis: 3-year results of an international open-label extension study. The Lancet Gastroenterology & Hepatology, 4(6), 445-453.
    (15) Björnsson, E., Olsson, R., Bergquist, A., Lindgren, S., Braden, B., Chapman, R. W., … & Angulo, P. (2005). The natural history of small-duct primary sclerosing cholangitis. Gastroenterology, 128(4), 975-980.
    (16) Hirschfield, G. M., Dyson, J. K., Alexander, G. J., Chapman, M. H., Collier, J., Hübscher, S., … & Jones, D. (2018). The British Society of Gastroenterology/UK-PSC guidelines for the diagnosis and management of primary sclerosing cholangitis. Gut, 67(8), 1356-1378.
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