Rata Gigante » Convivencia con el ser Humano

Redacción

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La rata gigante de Flores, un roedor significativamente más grande que las ratas comunes, habita en Indonesia y presenta una notable adaptación al gigantismo insular.

Rata Gigante. Photo by sipa. Pixabay.

Durante muchos años, la rata gigante logro convivir con los humanos. Incluso llegó a ser parte de los alimentos de los humanos en la antigüedad. Estas ratas eran sumamente grandes, en proporción unas diez veces más que los actuales roedores. En la actualidad, han sido descubiertos sus fósiles y de allí el conocimiento de la existencia del mismo. Ha sido uno de los mayores ejemplares que se ha logrado descubrir.

Rata Gigante

Bajo la premisa de una investigación, un grupo de paleontólogos destacados ha asomado las características generales de este ejemplar, llamando a estos animales la mega fauna que coexistía con los humanos. Pesando alrededor de cinco kilos, fácilmente comparable con los perros de hoy en día (1).

Rata Gigante. Photo by sipa. Pixabay.

En la actualidad, las ratas más grandes no logran pasar de medio kilo de peso, por lo que su aspecto es tenebroso. Solo que estas ratas desaparecieron así como desaparecieron estos humanos que cohabitaron con ellas. En los fósiles encontrados queda demostrado que estas fueron quemadas y cortadas, por lo que se asume que pertenecían a la alimentación de los humanos por esos días (2).

La rata gigante en la actualidad

Esta especie de roedor se puede encontrar fácilmente en la isla de las Flores, perteneciente a la Indonesia. Su tamaño dobla a la rata común que conocemos en el resto de las urbes y hábitats (3). Estos animales se alimentan de frutos, insectos y vegetales. Son animales que hacen sus nidos en madrigueras y poseen orejas muy pequeñas con respecto a su tamaño.

Actualmente es muy difícil encontrarlas cercanas a las urbes, sin embargo, tampoco es un hecho que diste de la realidad. Ya que en varias zonas urbanizadas han logrado ser vistas, generando pánico entre la población.

Son animales que comúnmente se les tiene miedo, y es su tamaño lo que mayor temor infunda. Ya que la proliferación de estos roedores sería de implicaciones graves en cualquier comunidad. Al ser animales que necesitarían de grandes cantidades de comida, por lo que acecharían aún más. Sobre todo aquellos lugares en los que se encuentren almacenados los alimentos.

La vulnerabilidad de estas especies

Así mismo, como se siente temor hacia esta especie de animales, los biólogos sienten mucho temor que esta especie termine de desaparecer. Por lo que la conservación de su hábitat en la isla de Flores es fundamental. Son animales considerados vulnerables, por el temor de que se encuentren en peligro de extinción (4).

También, son animales que se han adaptado muy bien a la zona en la cual se desenvuelven. Son animales que han desarrollado la capacidad de manipular objetos. Por lo que pueden agarrar con mayor facilidad objetos encontrados en su entorno natural.

Es en estas islas distantes en donde se han logrado desarrollar estos animales, al tamaño que poseen actualmente. Pesan no más de medio kilogramo pero representan el doble del tamaño del roedor conocido comúnmente. Es por ello de destacarse entre las otras especies.

Roedores de gran tamaño en otras latitudes

Es en América del Sur en donde se pueden encontrar dos famosas especies de roedores como las Capibaras o los Cuis. Los cuales se pueden clasificar como Ratas gigantes (5). Estos animales sirven de alimento y complementan la dieta del ciudadano común. Siendo parte principal de tradicionales platillos de estas zonas.

Sin embargo, se han creado medidas para su conservación, por lo que no son cazados sin medida. Estos animales se alimentan de hierbas acuáticas y silvestres. Son de gran tamaño y las reservas de los mismos, es una especie muy bien protegida. No solo por las instituciones encargadas, sino también por los mismos habitantes de las zonas en las que se encuentran. Son característicos de las zonas tropicales de América. Y pueden llegar a pesar más de dos libras.

Referencias

  1. Miller, G. H., Magee, J. W., Johnson, B. J., Fogel, M. L., Spooner, N. A., McCulloch, M. T., & Ayliffe, L. K. (1999). Pleistocene extinction of Genyornis newtoni: Human impact on Australian megafauna. Science, 283(5399), 205-208.
  2. Roberts, R. G., Flannery, T. F., Ayliffe, L. K., Yoshida, H., Olley, J. M., Prideaux, G. J., … & Smith, M. A. (2001). New ages for the last Australian megafauna: Continent-wide extinction about 46,000 years ago. Science, 292(5523), 1888-1892.
  3. Flannery, T., & Schouten, P. (2001). A Gap in Nature: Discovering the World’s Extinct Animals. Atlantic Monthly Press.
  4. Meijaard, E., & Groves, C. P. (2006). The geography of mammals and rivers in mainland Southeast Asia. In The Ecology and Conservation of Asian Hornbills: Farmers of the Forest (pp. 305-322). University of Chicago Press.
  5. Ojasti, J. (1996). Wildlife Utilization in Latin America: Current Situation and Prospects for Sustainable Management. Food & Agriculture Org.
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