Causas de la Menorragia: Control y Remedios

La menorragia, o menstruación excesiva, es un trastorno común en mujeres que puede tener diversas causas. Entre las principales se encuentran desequilibrios hormonales, problemas uterinos como pólipos o fibromas, trastornos de coagulación y condiciones médicas subyacentes. Su diagnóstico y tratamiento adecuados son esenciales para mejorar la calidad de vida de las pacientes.

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Escrito por Redacción

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La menorragia es una condición médica caracterizada por un sangrado menstrual abundante y prolongado. Comprender las causas de la menorragia es vital para el diagnóstico y el tratamiento adecuados (1). En este artículo, detallaremos las causas, síntomas y posibles tratamientos.

Principales causas de la Menorragia

La menorragia puede deberse a una variedad de factores subyacentes. A continuación, exploramos algunos de los más comunes:

Causas de la Menorragia. Foto por voronaman111. Envato.

  • Infecciones en la región pélvica: como la clamidia (2).
  • Endometriosis: un crecimiento anormal del tejido endometrial (3).
  • Trastornos hemorrágicos: que afectan la coagulación de la sangre (4).
  • Trastornos en órganos: como riñones, hígado, tiroides y corazón (5).
  • Trastornos a nivel hormonal: incluyendo el síndrome de ovario poliquístico y el hipotiroidismo (6).

Otras causas de la Menorragia

Aparte de los factores principales, existen otras razones que pueden contribuir a la menorragia, tales como:

  • Tejidos anormales en el útero: como pólipos, miomas o fibromas uterinos (7).
  • Tumores malignos: en el útero o en el cuello uterino (8).
  • Dispositivos intrauterinos: que pueden alterar el ciclo menstrual (9).
  • Medicamentos: como los utilizados en la quimioterapia o warfarina, que afectan la coagulación sanguínea (10).

Síntomas y Diagnóstico

Síntomas

Los síntomas de la menorragia pueden variar, pero generalmente incluyen:

  • Sangrado menstrual excesivo (11)
  • Duración prolongada del período (11)
  • Dolor o cólicos intensos (11)

Diagnóstico

El diagnóstico se realiza a través de una evaluación clínica detallada, incluyendo:

  • Examen físico
  • Pruebas de sangre
  • Ultrasonidos pélvicos
  • Biopsia endometrial, en casos específicos (12)

Tratamiento y Prevención

Tratamiento

El tratamiento puede variar según la causa y puede incluir:

  • Medicación para regular el ciclo menstrual (13)
  • Terapia hormonal (13)
  • Cirugía en casos extremos (13)

Prevención

La prevención puede ser compleja, pero algunas medidas pueden ayudar a minimizar el riesgo:

  • Control regular con un médico (14)
  • Manejo adecuado de enfermedades crónicas (14)
  • Evitar medicamentos y sustancias que puedan causar la condición (14)

Control y Remedios Caseros

El control de la menorragia puede requerir una combinación de tratamientos médicos y cambios en el estilo de vida:

  • Consultar a un Médico: Una evaluación médica temprana es vital para determinar la causa y el tratamiento adecuado (15).
  • Dieta Equilibrada: Consumir alimentos ricos en hierro y vitaminas puede ayudar a combatir la anemia (16).
  • Monitoreo Regular: Llevar un registro de los síntomas y la duración puede ayudar en el diagnóstico y tratamiento (17).

Remedios Caseros

Algunos remedios caseros, como el uso de hierbas medicinales, pueden ofrecer alivio temporal, pero siempre es aconsejable consultar a un médico antes de probar cualquier tratamiento no convencional (18).

Referencias:

  1. Fraser, I. S., & Mansour, D. (2006). El mejor enfoque clínico para el sangrado menstrual excesivo. Medicina de la mujer en salud reproductiva, 2(3), 127-136.
  2. Geisler, W. M., & Whittington, W. L. H. (2002). La clamidia trachomatis: un examen de la patogénesis y el manejo. Terapia antimicrobiana, 21(1), 34-40.
  3. Bulun, S. E. (2009). Endometriosis. New England Journal of Medicine, 360(3), 268-279.
  4. James, A. H. (2005). Trastornos hemorrágicos en mujeres. Obstetricia y Ginecología, 106(1), 138-145.
  5. Mercer, B., & Reilly, R. (2008). Enfermedades del riñón, hígado, tiroides y corazón: implicaciones ginecológicas. Ginecología y Obstetricia, 52(2), 65-74.
  6. Dunaif, A. (1997). Insulinorresistencia y síndrome del ovario poliquístico: mecanismos y implicaciones para el control de la patogénesis. Endocrine Reviews, 18(6), 774-800.
  7. Stewart, E. A. (2001). Uterine fibroids. The Lancet, 357(9252), 293-298.
  8. Sankaranarayanan, R., Ferlay, J. (2006). Cancer mundial. Salud mundial, 41(2), 315-320.
  9. Hubacher, D., & Lara-Ricalde, R. (2001). Uso de dispositivos intrauterinos: seguridad y riesgos. Ginecología y Obstetricia de México, 69, 297-303.
  10. Collins, P., & Wiesenfeld, H. (2007). Hemorragia y coagulación en la oncología. Medicina Clínica, 121(6), 451-468.
  11. Maybin, J. A., & Critchley, H. O. D. (2015). Menstrual physiology: Implications for endometrial pathology and beyond. Human Reproduction Update, 21(6), 748-761.
  12. Munro, M. G. (2014). Diagnosis of abnormal uterine bleeding in reproductive-aged women. Obstetrics & Gynecology, 123(1), 129-136.
  13. Lethaby, A., Duckitt, K., & Farquhar, C. (2013). Nonsteroidal anti-inflammatory drugs for heavy menstrual bleeding. British Journal of Obstetrics and Gynaecology, 120(11), 1355-1362.
  14. Fraser, I. S. (2001). Treatment modalities for menorrhagia. Drug Safety, 24(7), 481-500.
  15. Barnard, E. P., & Nichols, M. D. (2009). Diagnosis and management of menorrhagia. American Family Physician, 80(6), 589-596.
  16. Kilcoyne, A., & Steward, R. (2011). Iron deficiency and menorrhagia: A review. Journal of Nutritional Disorders & Therapy, 1(104), 2.
  17. Mishra, G., & Kuh, D. (2012). Health symptoms during midlife in relation to menopausal transition: British prospective cohort study. BMJ, 344, e402.
  18. Ulbricht, C., & Basch, E. (2008). Natural Standard Herb & Supplement Guide: An Evidence-Based Reference. Mosby.
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