Síntomas de la Miastenia Gravis: Tratamiento al problema

Redacción Médica

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La miastenia gravis es un trastorno autoinmune que provoca debilidad y fatiga muscular. Los síntomas pueden incluir debilidad en brazos y piernas, dificultades respiratorias, problemas para masticar y tragar, visión doble, párpados caídos y alteraciones en la voz

Síntomas de la Miastenia Gravis: Tratamiento al problema

La miastenia gravis es un trastorno neuromuscular autoinmunitario crónico que puede tener un impacto significativo en la vida cotidiana de quienes lo padecen (1). Este trastorno afecta principalmente el funcionamiento de los músculos voluntarios, es decir, aquellos que controlamos conscientemente. En este artículo, exploraremos en detalle los síntomas de la miastenia gravis, sus causas y los posibles remedios y tratamientos disponibles.

Comprendiendo la Miastenia Gravis

La miastenia gravis es una afección neuromuscular que se caracteriza por la debilidad y la rápida fatiga de los músculos bajo su control. Es causada por un fallo en la comunicación entre los nervios y los músculos debido a la degradación de los receptores que permiten a los músculos recibir señales de los nervios (2).

Síntomas de la Miastenia Gravis: Tratamiento al problema. Foto por streetwindy Pexels

Síntomas de la Miastenia Gravis

Los síntomas de la miastenia gravis pueden variar de una persona a otra, y pueden ser más graves después de períodos de actividad física y mejorar con el reposo. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

Debilidad Muscular

La característica más distintiva de la miastenia gravis es la debilidad muscular, que puede empeorar con la actividad física y mejorar con el reposo (3).

Dificultad para Respirar

Debido a la debilidad en los músculos de la pared torácica, las personas con miastenia gravis pueden tener dificultades para respirar normalmente (4).

Dificultad para Masticar y Deglutir

Este trastorno también puede afectar los músculos responsables de la masticación y la deglución, lo que puede provocar asfixia y babeo frecuente (5).

Problemas de Visión

La debilidad muscular también puede afectar los músculos oculares, lo que puede provocar visión doble y dificultad para mantener la mirada fija (6).

Otros Síntomas

Algunos otros síntomas pueden incluir fatiga, parálisis facial, alteraciones en la voz, ronquera, párpados caídos, y cabeza caída (7).

Tratamiento de los Síntomas de la Miastenia Gravis

El tratamiento de la miastenia gravis se centra en el control de los síntomas y en mejorar la función neuromuscular. Aquí hay algunas de las opciones de tratamiento más comunes:

Medicamentos

Se pueden recetar medicamentos como la neostigmina o la piridostigmina para mejorar la comunicación entre los nervios y los músculos. Además, medicamentos como la prednisona, azatioprina, ciclosporina o micofenolato mofetilo se utilizan para suprimir el sistema inmunitario y reducir la producción de anticuerpos que bloquean los receptores de acetilcolina (8).

Plasmaféresis e Inmunoglobulina Intravenosa

Estos tratamientos implican la eliminación y el reemplazo del plasma sanguíneo o la administración de proteínas saludables para ayudar a reducir los anticuerpos que bloquean la comunicación entre los nervios y los músculos (9).

Estilo de Vida

Ciertos cambios en el estilo de vida también pueden ayudar a controlar los síntomas. Estos pueden incluir descansar lo suficiente, evitar situaciones de estrés, evitar la exposición al calor y usar un parche ocular en caso de visión doble (10).

En casos de miastenia gravis más grave, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para remover el timo (glándula timo). Esta operación puede conducir a una remisión permanente o a una reducción en el uso de medicamentos, especialmente si existe un tumor en el timo (11).

Es importante consultar con su médico si experimenta los síntomas de la miastenia gravis. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden mejorar significativamente la calidad de vida de las personas con esta enfermedad (12).

La miastenia gravis es una afección crónica y compleja que requiere una gestión cuidadosa y continua. Mientras que actualmente no hay una cura, las opciones de tratamiento disponibles pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes viven con esta enfermedad (13).

Referencias:

  1. Gilhus, N. E., & Verschuuren, J. J. (2015). Miastenia gravis: Clasificación de subgrupos y estrategias terapéuticas. The Lancet Neurology, 14(10), 1023-1036.
  2. Drachman, D. B. (1994). Miastenia gravis. Revista de Medicina de Nueva Inglaterra, 330(25), 1797-1810.
  3. Meriggioli, M. N., & Sanders, D. B. (2009). Trastornos autoinmunes de la unión neuromuscular: miastenia gravis y síndrome de Lambert-Eaton. En P. J. Vinken & G. W. Bruyn (Eds.), Neuromuscular Junction Disorders: Handbook of Clinical Neurology (Vol. 91, pp. 251-278). Elsevier.
  4. Rodriguez Cruz, P. M., Al-Hajjar, M., Huda, S., Jacobson, L., Woodhall, M., Jayawant, S., & Beeson, D. (2015). Diagnóstico y manejo de la miastenia gravis congénita. Developmental Medicine and Child Neurology, 57(12), 1149-1158.
  5. Howard, J. F. (2018). Miastenia gravis: La batalla por la barrera del tratamiento. Neurology, 90(9), 393-400.
  6. Phillips, W. D., & Vincent, A. (2016). Patogénesis de la miastenia gravis: Actualización sobre enfermedades autoinmunes de la unión neuromuscular. Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry, 87(9), 943-950.
  7. Nacu, A., Andersen, J. B., Lisnic, V., Owe, J. F., & Gilhus, N. E. (2015). Complicaciones de la miastenia gravis: Un estudio de cohorte retrospectivo. Neurology, 85(3), 278-284.
  8. Kerty, E., Elsais, A., Argov, Z., Evoli, A., & Gilhus, N. E. (2014). EFNS/ENS Guidelines for the treatment of ocular myasthenia. European Journal of Neurology, 21(5), 687-693.
  9. Conti-Fine, B. M., Milani, M., & Kaminski, H. J. (2006). Miastenia gravis: Exposición de una enfermedad autoinmune. F1000 Biology Reports, 6(1), 1-9.
  10. Andersen, J. B., Heldal, A. T., Engeland, A., & Gilhus, N. E. (2018). Miastenia gravis epidemiology in a national cohort; combining multiple disease registries. Acta Neurologica Scandinavica, 137(1), 49-56.
  11. Meriggioli, M. N., & Sanders, D. B. (2012). Autoimmune myasthenia gravis: Emerging clinical and biological heterogeneity. The Lancet Neurology, 8(5), 475-490.
  12. Suh, J., Goldstein, J. M., & Nowak, R. J. (2018). Clinical characteristics of refractory myasthenia gravis patients. Yale Journal of Biology and Medicine, 91(2), 133-142.
  13. Richman, D. P., Agius, M. A., & Kirvan, C. A. (2019). Mechanisms of disease: Myasthenia gravis. Annual Review of Pathology, 14, 157-180.
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