El término tripofobia puede no ser reconocido oficialmente en la psicología clínica, pero eso no disminuye su impacto en aquellos que lo experimentan (1). Definida como un temor irracional, asco o ansiedad hacia imágenes de agujeros, puntos o hoyuelos agrupados, la tripofobia puede ser perturbadora para quienes la padecen (2). Aunque la tripofobia es una única entidad, hay distintos tipos de tripofobia, y cada uno de ellos tiene sus propias peculiaridades. Profundicemos en estos tipos y los tratamientos disponibles.
Desentrañando los Diversos Tipos de Tripofobia
Aunque todos los tipos de tripofobia comparten una aversión a los patrones agujereados o agrupados, existen variaciones que nos permiten diferenciar entre la tripofobia en la piel y la tripofobia extrema.
Tipos de Tripofobia: Tratamiento y Reconocimiento. Foto por Garakta-Studio. Envato.
Tripofobia en la piel
La tripofobia en la piel tiene una similitud sorprendente con la dermatopatofobia, que es el miedo a las enfermedades de la piel. Este tipo de tripofobia se caracteriza por el temor irracional hacia las erupciones y las afecciones cutáneas que aparecen en patrones secuenciales y repetitivos (3).
Con la expansión del Internet, es posible encontrar una plétora de imágenes que representan el estímulo que desencadena este tipo de tripofobia. Aunque estas imágenes pueden ser reales en algunos casos, estas representaciones son muy infrecuentes en humanos.
Tripofobia extrema
La tripofobia extrema se refiere a aquellos casos en los que la tolerancia a los estímulos asociados con este trastorno es extremadamente baja. Estos estímulos pueden incluir patrones repetitivos relacionados con afecciones de la piel, panales de abeja, gusaneras, y más.
Este tipo de tripofobia puede tener un impacto significativo en la calidad de vida del individuo, ya que pueden encontrar factores de estímulo fóbico en una variedad de escenarios cotidianos (4).
Tratamiento para la Tripofobia
Dado que existen diferentes tipos de tripofobia, el enfoque de tratamiento debe ser personalizado según la necesidad del paciente. Por lo tanto, es imprescindible buscar el consejo de un especialista en salud mental para identificar el tipo exacto de trastorno y definir el plan de tratamiento apropiado.
Terapia de exposición
Una opción de tratamiento comúnmente utilizada es la terapia de exposición. Esta forma de terapia cognitivo-conductual implica la exposición gradual y controlada del individuo a la fuente de su fobia. Al aprender a tolerar la ansiedad asociada a la fobia en un ambiente seguro, la persona puede comenzar a superar su miedo.
La terapia de exposición puede ser particularmente útil en el caso de la tripofobia, ya que permite al individuo enfrentarse a las imágenes que desencadenan su ansiedad de una manera controlada (5).
Terapia cognitivo-conductual
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es otra opción de tratamiento que ha demostrado ser efectiva para una amplia gama de trastornos de ansiedad, incluyendo las fobias. La TCC se basa en la idea de que nuestros pensamientos influencian nuestros sentimientos y comportamientos. En el contexto de la tripofobia, la TCC puede ayudar a las personas a identificar y desafiar los pensamientos irracionales que surgen al ver los patrones que desencadenan su fobia (6).
Tratamiento farmacológico
En algunos casos, se puede considerar el tratamiento farmacológico para manejar los síntomas de la tripofobia. Medicamentos como los ansiolíticos o los antidepresivos pueden ayudar a controlar los síntomas de la ansiedad. Sin embargo, estos medicamentos deben ser prescritos y supervisados por un profesional de la salud, ya que pueden tener efectos secundarios y pueden no ser adecuados para todos (7).
Si usted sospecha que puede estar sufriendo de tripofobia, es importante que consulte a un profesional de la salud mental. No importa el tipo de tripofobia que tenga, existen opciones de tratamiento que pueden ayudarlo a manejar y superar este trastorno. Recuerde, es esencial buscar ayuda médica para cualquier problema de salud mental.
Referencias:
- Asociación Americana de Psiquiatría. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5). Arlington, VA: Publicación Psiquiátrica Americana.
- Le, A. T. D., Cole, G. G., & Wilkins, A. J. (2015). Evaluación de la tripofobia y análisis de su precipitación visual. El Trimestral de Psicología Experimental, 68(11), 2304-2322.
- Thorpe, S. J., Patel, S. P., & Simonds, L. M. (2003). La relación entre la sensibilidad al asco, la ansiedad y las obsesiones. Investigación y terapia del comportamiento, 41(12), 1397-1409.
- Ayzenberg, I., & Hickey, M. R. (2020). Un examen psicofísico de la tripofobia. i-Percepción, 11(2), 2041669520913052.
- Deacon, B., & Abramowitz, J. (2006). Miedo a las agujas y reacciones vasovagales entre los pacientes de flebotomía. Trastornos de ansiedad, 20(7), 946-960.
- Butler, A. C., Chapman, J. E., Forman, E. M., & Beck, A. T. (2006). El estado empírico de la terapia cognitivo-conductual: Una revisión de meta-análisis. Revisión clínica de psicología, 26(1), 17-31.
- Bandelow, B., & Michaelis, S. (2015). Epidemiología de los trastornos de ansiedad en el siglo 21. Diálogos en neurociencia clínica, 17(3), 327.
