DISENTERÍA » Definición, Causas, Síntomas y Diagnóstico

Redacción

La disentería, una infección intestinal inflamatoria, provoca síntomas como diarrea con sangre, dolor abdominal y fiebre. Causada principalmente por bacterias o parásitos, esta enfermedad puede ser grave y requiere atención médica inmediata para prevenir la deshidratación y complicaciones.

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La disentería es como se conoce a los trastornos o infecciones intestinales que causan la inflamación del colon y los intestinos. Es un dolor abdominal severo, vómitos y problemas al defecar, causado por la bacteria llamada shigella y el parásito llamado entamoeba. Los dos tipos principales de la disentería son: bacilar y amébica (1).

Causas de la disentería

Esta bacteria se contrae a través de una ameba o parásito que se encuentra en los alimentos. Además, es muy común que se propague por malos hábitos higiénicos, al no lavarnos las manos antes de comer, al ir a baños públicos, o no lavar adecuadamente los alimentos que ingerimos. Los problemas de higiene suponen la posible adquisición de la disentería (2).

Disentería. Foto por Envato

No es una enfermedad que se pase de persona a persona. Existen ciertos alimentos que ya están contaminados aunque se laven. Esta propagación existe muy a menudo en zonas geográficas muy pobres, en donde el agua y los hábitos de higiene son muy limitados por la falta de recursos. Las personas comen sin lavar los alimentos y es ahí, donde adquieren la enfermedad (3).

Tipos de disentería

Disentería bacilar

Esta es el tipo más común, se propaga por la bacteria del shigella. Esta empieza al consumir alimentos infectados que se multiplican al llegar al intestino. Los síntomas son: diarreas severas y dolorosas, en las que puede existir sangre y pus. Otros problemas al tener esta bacteria son los vómitos, fiebre de 40 grados y dolor abdominal, los cuales duran aproximadamente una semana (4).

Es importante acudir al médico de cabecera para que sea el encargado de dar instrucciones y medicación para combatir la enfermedad. Lo más usual en el tratamiento de la bacilar, es que se rehidrate de forma oral al paciente. Esto se debe a que se ha perdido demasiado líquido debido a los vómitos y diarreas. En algunos casos, se debe hacer hidratación intravenosa, esto es porque el cuerpo está débil luego de la infección (5).

Disentería amebiana

Este trastorno puede perdurar meses o años en el intestino. Puede pasar desapercibida, porque va creciendo con el tiempo. Los malos hábito de higiene propagan la infección (no lavarse las manos al ir al baño, comer con las manos sucias, tazas de baño sucias y que se tocan con la mano) (6).

Los síntomas de las dos disenterías son similares, en el caso de la amebiana, el dolor y la hinchazón abdominal predominan. Las heces tienen más sangre y la defecación es dolorosa. Este parásito ataca directamente al intestino grueso, hasta hacerlo sangrar (1).

Síntomas y prevención de la disentería

Physician with tablet pointing at small intestine of model
Disentería. Foto por Envato

El principal problema de esta infección, es la inflamación colo-intestinal que provoca diarreas tan fuertes que contiene heces son sangre y moco. Los dolores abdominales son recurrentes y algunas veces, la infección puede ser mortal, por lo que es importante no dejarla pasar como un simple dolor (4).

Complicaciones de la Disentería

Las complicaciones de la disentería no son algo que deba tomarse a la ligera. Si la enfermedad no se trata de manera adecuada, puede llevar a diversos problemas graves que pueden afectar la salud a largo plazo. A continuación, se describen algunas de las principales complicaciones:

Desnutrición

Las frecuentes diarreas y vómitos pueden provocar una pérdida significativa de nutrientes esenciales, llevando a un estado de desnutrición. Esto puede impactar en el crecimiento y desarrollo, especialmente en niños (7).

Deshidratación

La pérdida constante de líquidos puede llevar a una grave deshidratación, la cual a su vez puede causar problemas en órganos vitales como riñones y corazón. En algunos casos, la deshidratación puede ser mortal si no se trata de inmediato (5).

Anemia

La presencia de sangre en las heces puede llevar a una pérdida crónica de hierro, resultando en anemia. Esto puede hacer que la persona se sienta fatigada y débil, y puede afectar el funcionamiento de varios órganos (7).

Problemas de insuficiencia renal

La deshidratación grave puede causar daño a los riñones, llevando a una insuficiencia renal aguda. Esto requiere tratamiento médico inmediato para prevenir daños permanentes o incluso la muerte (8).

Infecciones secundarias

La disentería puede debilitar el sistema inmunológico, haciendo que el cuerpo sea más susceptible a otras infecciones. Esto puede complicar aún más la recuperación y llevar a una enfermedad prolongada (9).

Complicaciones intestinales

En algunos casos, la infección puede llevar a una perforación en los intestinos o a una inflamación crónica. Esto puede requerir intervención quirúrgica y puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de la persona afectada (10).

Factores que pueden aumentar la propagación de la disentería

La disentería puede propagarse fácilmente si no se toman las precauciones adecuadas. Algunos problemas y situaciones que pueden aumentar la propagación de la disentería son:

Problemas de alcohol

El consumo excesivo de alcohol puede debilitar el sistema inmunológico y afectar la capacidad del cuerpo para combatir infecciones, incluyendo la disentería (11).

Mala alimentación

Una dieta poco equilibrada puede dejar al cuerpo vulnerable a infecciones. Consumir alimentos contaminados puede ser una vía directa para contraer disentería (12).

Malos hábitos higiénicos

La falta de una higiene adecuada, como no lavarse las manos antes de comer o después de ir al baño, es una de las principales vías de propagación de la enfermedad (2,3).

Embarazo

El embarazo puede afectar el sistema inmunológico, haciéndolo más susceptible a infecciones como la disentería (13).

Consumo de alimentos de procedencia desconocida

Consumir alimentos de origen desconocido o poco fiable puede aumentar el riesgo de ingestión de alimentos contaminados con la bacteria o el parásito que causa la disentería (3,12).

Viajes a lugares con problemas de higiene

Visitar áreas donde la higiene es deficiente puede aumentar el riesgo de exposición a la disentería, especialmente si se consume agua o alimentos contaminados (3,14).

Diagnóstico de la Disentería

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Diagnóstico de la disentería. Foto por Envato.

Para diagnosticar correctamente la disentería, el médico debe considerar varios factores y realizar varias pruebas, como:

  • Revisar el historial intestinal del paciente (15).
  • Realizar pruebas sanguíneas para detectar la presencia de infección (15).
  • Microscopías para detectar la presencia del parásito (15).
  • Endoscopía para examinar el interior del intestino (15).
  • Prueba del taburete para verificar la presencia de la bacteria o el parásito (15).

Recomendaciones Médicas y Prevención

Las siguientes recomendaciones médicas son vitales para el tratamiento y la prevención de la disentería:

  • Consumo de líquidos: Esencial para evitar la deshidratación. Agua natural y agua de coco son especialmente recomendadas (5).
  • Paracetamol: Utilizado para combatir la fiebre (16).
  • Antibióticos: Para detener el vómito y suprimir la infección (17).
  • Higiene personal: Lavarse las manos con regularidad, usar ropa, toallas y sábanas separadas, y mantener los baños limpios con lejía y agua caliente (3).
  • Manejo seguro de alimentos: Cocinar por separado y lavar la comida, manteniendo una adecuada refrigeración a menos 4 grados centígrados (18).

Referencias:

  1. World Health Organization (WHO). (2020). Dysentery. Retrieved from https://www.who.int/health-topics/dysentery
  2. Kotloff, K. L., Nataro, J. P., Blackwelder, W. C., et al. (2013). Burden and aetiology of diarrhoeal disease in infants and young children in developing countries (the Global Enteric Multicenter Study, GEMS): a prospective, case-control study. Lancet, 382(9888), 209-222.
  3. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). (2019). Shigella – Shigellosis. Retrieved from https://www.cdc.gov/shigella/index.html
  4. Lima, A. A., & Guerrant, R. L. (1992). Persistent diarrhea in children: Epidemiology, risk factors, pathophysiology, nutritional impact, and management. Epidemiologic Reviews, 14, 222-242.
  5. World Health Organization (WHO). (2004). Clinical management of acute diarrhoea: WHO/UNICEF joint statement. Retrieved from https://apps.who.int/iris/handle/10665/68627
  6. Stanley, S. L. (2003). Amoebiasis. Lancet, 361(9362), 1025-1034.
  7. Scrimshaw, N. S., & SanGiovanni, J. P. (1997). Synergism of nutrition, infection, and immunity: An overview. The American Journal of Clinical Nutrition, 66(2), 464S-477S.
  8. Susantitaphong, P., Cruz, D. N., Cerda, J., et al. (2013). World incidence of AKI: a meta-analysis. Clinical Journal of the American Society of Nephrology, 8(9), 1482-1493.
  9. Fincham, J. E., Markus, M. B., & Adams, V. J. (2003). Could control of soil-transmitted helminthic infection influence the HIV/AIDS pandemic. Acta Tropica, 86(2-3), 315-333.
  10. Gracey, M., & Walker-Smith, J. (1979). Diseases of the Small Intestine in Childhood. CRC Press.
  11. Szabo, G. (2015). Alcohol’s Effect on Host Defense. Alcohol Research: Current Reviews, 37(2), 159-170.
  12. Scrimshaw, N. S., & SanGiovanni, J. P. (1997). Synergism of nutrition, infection, and immunity: An overview. The American Journal of Clinical Nutrition, 66(2), 464S-477S.
  13. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). (2019). Travelers’ Diarrhea. Retrieved from https://wwwnc.cdc.gov/travel/diseases/travelers-diarrhea
  14. Mor, G., & Cardenas, I. (2010). The immune system in pregnancy: A unique complexity. American Journal of Reproductive Immunology, 63(6), 425-433.
  15. Fauci, A. S., & Morens, D. M. (2016). Zika Virus in the Americas—Yet Another Arbovirus Threat. The New England Journal of Medicine, 374, 601-604.
  16. Farthing, M., Salam, M. A., Lindberg, G., et al. (2008). Acute diarrhea in adults and children: a global perspective. Journal of Clinical Gastroenterology, 42(1), 12-20.
  17. Guerrant, R. L., Van Gilder, T., Steiner, T. S., et al. (2001). Practice Guidelines for the Management of Infectious Diarrhea. Clinical Infectious Diseases, 32(3), 331-351.
  18. World Health Organization (WHO). (2015). Food safety. Retrieved from https://www.who.int/health-topics/food-safety

Más información sobre la enfermedad

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Problemas estomacales

Como hemos comprobado con la disentería, el estómago es una de las partes más delicadas del organismo humano. A parte de los parásitos causados por el consumo de alimentos, también se puede desarrollar acidez estomacal, o lo que científicamente se conoce como pirosis. Con este problema podemos tener dolor al tragar los alimentos.

En el caso de las mujeres, se deben añadir los problemas que causa el período menstrual, y aunque estos no se dan directamente en el estómago, dañan toda la zona. La menorragia es un problema que se suscita por el descontrol hormonal, en el que la regla se presenta más fuerte de lo normal, y no en los días que debe ser.

Una enfermedad que no está ligada directamente al estómago, pero puede dar dolores estomacales, solo de pensarlo, es el miedo a las figuras geométricas repetitivas, De la tripofobia causas, tenemos que los animales más venenosos tienen figuras repetitivas en la piel, y por nuestros antepasados, sabemos que no podemos acercarnos a ellos. Esto nos causa mareos y algunas veces vómito.

El corazón y sus cuidados especiales

Lo que el corazón hace es lo que nos mueve. Los síntomas de la disentería nos puede inflamar el colón y mantenernos con dolor constante, pero los problemas cardiovasculares es lo que nos puede poner al borde de la muerte. La respiración rápida, o taquipnea, puede desarrollar problemas de asma, sobre todo cuando se da en recién nacidos. También tenemos la Enfermedad Pulmonar Crónica (EPOC), que es hipercapnia, y esta daña directamente los pulmones, haciendo que además, podamos desarrollar problemas cardíacos.

El bajo nivel de linfocitos nos puede hacer desarrollar problemas de liquen plano, los cuales pueden ser bucales, capilares o en verrugas. Como capilar, también tenemos los problemas en los pies, por su peso y el calzado inadecuado podemos sufrir problemas de juanetes. Normalmente, la podoscopía es un tratamiento contra juanetes.

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