Causas de la Artralgia: Tratamiento y Cuidados

Redacción Médica

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La artralgia, o dolor articular, afecta a millones de personas en todo el mundo. En este artículo, exploraremos las principales causas de este trastorno, desde lesiones hasta enfermedades crónicas. Además, analizaremos enfoques de tratamiento prometedores para aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Causas de la Artralgia: Tratamiento y Cuidados

La artralgia es un término médico que describe el dolor en una o más articulaciones del cuerpo. Esta condición puede manifestarse en cualquier articulación y a menudo es un indicativo de una condición de salud subyacente (1). Exploraremos en profundidad las causas de la artralgia, los factores de riesgo y las opciones de tratamiento.

¿Qué es la artralgia?

La artralgia es un síntoma común que se presenta en diversas condiciones médicas. A diferencia de la artritis, que se caracteriza por la inflamación de las articulaciones (2), la artralgia se refiere solo al dolor. Este puede variar desde una leve molestia hasta un dolor intenso que puede limitar la capacidad de una persona para realizar tareas diarias.

Causas de la Artralgia: Tratamiento y Cuidados. Foto por rdne-stock-project Pexels

¿Cuáles son las causas de la artralgia?

Las causas de la artralgia son diversas y pueden estar relacionadas con una variedad de condiciones y enfermedades. Veamos algunas de las causas más comunes.

Factores físicos

Lesiones como torceduras y esguinces pueden causar daño a las articulaciones, provocando artralgia (3). Los esfuerzos excesivos o las actividades físicas intensas también pueden causar o agravar el dolor articular.

Enfermedades y condiciones

Una serie de enfermedades y condiciones pueden causar artralgia. La gota es una enfermedad metabólica que provoca la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones, causando episodios agudos de dolor intenso (4). La artritis séptica es una infección grave en una articulación, normalmente causada por bacterias que se propagan a través del torrente sanguíneo (5).

Enfermedades infecciosas

Algunas enfermedades infecciosas, como el sarampión, la hepatitis, la influenza, la rubéola y la varicela, pueden causar artralgia como uno de sus síntomas (6).

Enfermedades autoinmunes

Las enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide (7) y el lupus (8), pueden provocar artralgia. Estas enfermedades ocurren cuando el sistema inmunológico del cuerpo ataca por error a las células sanas, incluyendo las células de las articulaciones.

Factores de riesgo asociados a la artralgia

Existen varios factores que pueden incrementar la probabilidad de desarrollar artralgia. Estos factores de riesgo incluyen la edad avanzada, la presencia de enfermedades crónicas como la artritis reumatoide (7) y la osteoartritis (9), y la inflamación de la bursa, pequeños sacos de líquido que amortiguan las articulaciones y permiten el movimiento suave de los tendones y músculos (10).

¿Cuándo es necesario un tratamiento para la artralgia?

El tratamiento para la artralgia es necesario cuando el dolor es crónico, intenso o limita la movilidad o la capacidad de una persona para realizar actividades diarias. Si experimenta estos síntomas, es importante buscar atención médica para obtener un diagnóstico y comenzar el tratamiento lo antes posible (1).

¿Qué implica el tratamiento de la artralgia?

El tratamiento de la artralgia puede incluir una combinación de medicamentos, terapias físicas y cambios en el estilo de vida, y variará en función de la causa subyacente del dolor (11).

Medicamentos

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el ibuprofeno y el naproxeno, se utilizan comúnmente para aliviar el dolor y la inflamación en las articulaciones (12).

Fisioterapia

La fisioterapia puede ser útil para aliviar el dolor, mejorar la movilidad de las articulaciones y fortalecer los músculos que las rodean. Esto puede incluir ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, terapias de calor y frío, y otras técnicas como la terapia con ultrasonido y la electroterapia (13).

Tratamientos adicionales

Además de los medicamentos y la fisioterapia, hay otros tratamientos que pueden ayudar a aliviar la artralgia. La terapia de masaje puede ayudar a reducir la tensión muscular y mejorar la circulación, lo que puede ayudar a aliviar el dolor articular. La acupuntura es otra opción que algunas personas encuentran útil (14).

Cambios en el estilo de vida

Además de los tratamientos médicos, los cambios en el estilo de vida pueden desempeñar un papel importante en el manejo de la artralgia. Esto puede incluir la pérdida de peso (si es necesario), el ejercicio regular, una dieta saludable y la limitación de actividades que agraven el dolor articular (15).

La artralgia puede ser un síntoma de una variedad de condiciones y enfermedades, y puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona. Si experimenta dolor en las articulaciones, es importante buscar atención médica para obtener un diagnóstico y comenzar el tratamiento lo antes posible (1).

Referencias

  • (1) Carmona, L., Ballina, J., Gabriel, R., & Laffon, A. (2001). The burden of musculoskeletal diseases in the general population of Spain: results from a national survey. Annals of the rheumatic diseases, 60(11), 1040–1045. https://doi.org/10.1136/ard.60.11.1040
  • (2) Scott, D. L., Wolfe, F., & Huizinga, T. W. (2010). Rheumatoid arthritis. Lancet (London, England), 376(9746), 1094–1108. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(10)60826-4
  • (3) Gage, B. E., McIlvain, N. M., Collins, C. L., Fields, S. K., & Comstock, R. D. (2012). Epidemiology of 6.6 million knee injuries presenting to United States emergency departments from 1999 through 2008. Academic Emergency Medicine, 19(4), 378–385. https://doi.org/10.1111/j.1553-2712.2012.01315.x
  • (4) Dalbeth, N., Merriman, T. R., & Stamp, L. K. (2016). Gout. Lancet (London, England), 388(10055), 2039–2052. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(16)00346-9
  • (5) Shirtliff, M. E., & Mader, J. T. (2002). Acute septic arthritis. Clinical microbiology reviews, 15(4), 527–544. https://doi.org/10.1128/CMR.15.4.527-544.2002
  • (6) Gallagher, L. M., & Black, S. (2011). Arthralgia and myalgia following vaccination with a combination measles, mumps, and rubella (MMR) vaccine: a systematic review of the evidence. Vaccine, 29(46), 8301–8304. https://doi.org/10.1016/j.vaccine.2011.08.091
  • (7) Smolen, J. S., Aletaha, D., & McInnes, I. B. (2016). Rheumatoid arthritis. Lancet (London, England), 388(10055), 2023–2038. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(16)30173-8
  • (8) Kaul, A., Gordon, C., Crow, M. K., Touma, Z., Urowitz, M. B., van Vollenhoven, R., Ruiz-Irastorza, G., & Hughes, G. (2016). Systemic lupus erythematosus. Nature reviews. Disease primers, 2, 16039. https://doi.org/10.1038/nrdp.2016.39
  • (9) Murphy, L., & Helmick, C. G. (2012). The impact of osteoarthritis in the United States: a population-health perspective. The American journal of nursing, 112(3 Suppl 1), S13–S19. https://doi.org/10.1097/01.NAJ.0000412646.88925.94
  • (10) Cooper, C., & Arden, N. (2012). Bursitis and tendinitis. In: Klippel JH, Stone JH, Crofford LJ, White PH, editors. Primer on the Rheumatic Diseases. 13th ed. Springer, 492–495.
  • (11) Zhang, W., Doherty, M., Peat, G., Bierma-Zeinstra, M. A., Arden, N. K., Bresnihan, B., Herrero-Beaumont, G., Kirschner, S., Leeb, B. F., Lohmander, L. S., Mazières, B., Pavelka, K., Punzi, L., So, A. K., Tuncer, T., Watt, I., & Bijlsma, J. W. (2010). EULAR evidence-based recommendations for the diagnosis of knee osteoarthritis. Annals of the rheumatic diseases, 69(3), 483–489. https://doi.org/10.1136/ard.2009.113100
  • (12) Hinz, B., & Brune, K. (2012). Nonsteroidal anti-inflammatory drugs and pain. Current opinion in anaesthesiology, 25(5), 556–565. https://doi.org/10.1097/ACO.0b013e328356400e
  • (13) Fransen, M., McConnell, S., Hernandez-Molina, G., & Reichenbach, S. (2014). Exercise for osteoarthritis of the hip. The Cochrane database of systematic reviews, (4), CD007912. https://doi.org/10.1002/14651858.CD007912.pub2
  • (14) Field, T., Diego, M., & Hernandez-Reif, M. (2007). Massage therapy research. Developmental review : DR, 27(1), 75–89. https://doi.org/10.1016/j.dr.2006.12.001
  • (15) Vickers, A. J., Cronin, A. M., Maschino, A. C., Lewith, G., MacPherson, H., Foster, N. E., Sherman, K. J., Witt, C. M., & Linde, K. (2012). Acupuncture for chronic pain: individual patient data meta-analysis. Archives of internal medicine, 172(19), 1444–1453. https://doi.org/10.1001/archinternmed.2012.3654
  • (16) Christensen, R., Bartels, E. M., Astrup, A., & Bliddal, H. (2007). Effect of weight reduction in obese patients diagnosed with knee osteoarthritis: a systematic review and meta-analysis. Annals of the rheumatic diseases, 66(4), 433–439. https://doi.org/10.1136/ard.2006.065904
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