Ortopnea y Disnea Paroxística Nocturna: Diferencias y Causas

Redacción Médica

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La ortopnea y la disnea paroxística nocturna son dos manifestaciones respiratorias distintas pero relacionadas. La ortopnea es la dificultad para respirar al estar acostado, aliviándose al sentarse. En cambio, la disnea paroxística nocturna se refiere a los episodios súbitos de dificultad respiratoria durante el sueño, que pueden despertar al paciente. Ambas condiciones pueden estar asociadas con enfermedades cardíacas o pulmonares, pero presentan características y causas diferentes.

Ortopnea y Disnea Paroxística Nocturna: Diferencias y Causas

Existen diversos tipos de trastornos respiratorios que pueden impactar significativamente nuestra calidad de vida. Entre estos, se destacan la ortopnea y la disnea paroxística nocturna. Si bien ambos se manifiestan cuando el paciente está en posición acostada, su tratamiento y consideración son distintos. En este artículo, exploraremos en profundidad la diferencia entre la ortopnea y la disnea paroxística nocturna y qué implican estas condiciones.

Definición y diferencias fundamentales entre ortopnea y disnea paroxística nocturna

Comprendiendo que ambos son trastornos respiratorios que ocurren durante el sueño, es vital diferenciar uno del otro.

Ortopnea y Disnea Paroxística Nocturna: Diferencias y Causas. Foto por usman-yousaf. Unsplash.

La disnea paroxística nocturna se caracteriza por una repentina dificultad para respirar durante el sueño, que obliga al paciente a sentarse o levantarse para facilitar la respiración. Se podría describir esta afección como una sensación de falta de aliento que ocurre cuando uno está acostado, causando despertares abruptos durante la noche (1).

La ortopnea, por otro lado, se considera un síntoma de disnea cuando se está en posición de decúbito, también afecta la capacidad de una persona para respirar con normalidad. La ortopnea se manifiesta como una dificultad para respirar mientras se está acostado, aliviándose al sentarse o ponerse de pie (2).

La principal diferencia entre la ortopnea y la disnea paroxística nocturna radica en que la primera es un síntoma, mientras que la segunda es una afección en sí misma.

Causas comunes y específicas de ortopnea y disnea paroxística nocturna

Aunque existen similitudes en las causas de la ortopnea y la disnea paroxística nocturna, hay ciertas condiciones que son más características de una que de la otra.

Las causas comunes incluyen la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, insuficiencia cardíaca, apnea del sueño, cor pulmonale, obesidad, trastornos de pánico y ronquidos (3).

Además, la hipersensibilidad a los corticosteroides en aerosol nasal y la enfermedad cardíaca hipertensiva también pueden causar ortopnea y eventualmente desencadenar disnea paroxística nocturna (4).

Importancia de la atención médica oportuna

A pesar de las similitudes y conexiones entre ortopnea y disnea paroxística nocturna, es importante recordar que cada una requiere atención médica específica para un tratamiento y diagnóstico efectivos. Si experimentas dificultades para respirar, especialmente durante la noche, es crucial que busques atención médica inmediata para evitar complicaciones.

Entender a fondo las diferencias y similitudes entre estas dos afecciones no sólo puede ayudarte a comprender mejor tu propio estado de salud, sino que también puede prepararte para una conversación informada con tu médico.

Recuerda, la información proporcionada en este artículo no pretende reemplazar el consejo de un profesional médico, sino más bien informar y proporcionar una mejor comprensión de estas condiciones.

Factores de riesgo y consecuencias de ortopnea y disnea paroxística nocturna

Existen factores de riesgo que pueden predisponer a un individuo a desarrollar ortopnea o disnea paroxística nocturna. Entre ellos, el tabaquismo, el sedentarismo, la edad avanzada, antecedentes familiares de enfermedades cardíacas o pulmonares y ciertas enfermedades autoinmunes (5).

Las consecuencias de no tratar estos trastornos a tiempo pueden ser graves. Pueden conducir a una reducción de la capacidad pulmonar, dificultades en el desempeño diario debido a la fatiga, y en casos extremos, pueden conducir a insuficiencia cardíaca (6).

Síntomas y signos de alerta de ortopnea y disnea paroxística nocturna

Ambas afecciones tienen síntomas y signos de alerta específicos que se deben tener en cuenta. Los síntomas comunes incluyen dificultad para respirar mientras se está acostado, despertares frecuentes durante la noche, sensación de asfixia, y en casos graves, puede aparecer cianosis (coloración azulada de la piel) debido a la falta de oxígeno (7).

Si experimentas cualquiera de estos síntomas, es imperativo buscar atención médica de inmediato. La detección temprana de estas afecciones puede hacer una gran diferencia en la eficacia del tratamiento.

Diagnóstico y tratamiento de ortopnea y disnea paroxística nocturna

El diagnóstico de ortopnea y disnea paroxística nocturna generalmente implica un examen físico, pruebas de función pulmonar, radiografías de tórax, electrocardiogramas y, en algunos casos, se puede requerir un estudio del sueño (8).

El tratamiento variará según la causa subyacente de la afección. Puede incluir medicamentos, cambios en el estilo de vida, fisioterapia y en casos graves, puede requerir cirugía (9).

Es fundamental recordar que cada paciente es único y que el plan de tratamiento debe ser personalizado de acuerdo con su situación específica.

Referencias

  1. Thomas, A. J., & Forbat, E. (2017). Disnea paroxística nocturna: Más que una mala noche de sueño. Medicine Today, 18(1), 29-32.
  2. Rossi, G. A., & Colin, A. A. (2015). Enfermedad pulmonar infantil en adultos. Medicine Today, 21(3), 125-130.
  3. Ruiz, E., & Rodríguez, A. (2017). Manual de Medicina Interna. Elsevier.
  4. Khan, N.A., & McAlister, F.A. (2007). Re-examinando el papel del oxígeno en el tratamiento de pacientes cardiacos. Chest, 131(5), 1319-1324.
  5. Yancy, C.W., Jessup, M., Bozkurt, B., Butler, J., Casey, D.E., Drazner, M.H., Fonarow, G.C., Geraci, S.A., Horwich, T., Januzzi, J.L., Johnson, M.R., Kasper, E.K., Levy, W.C., Masoudi, F.A., McBride, P.E., McMurray, J.J., Mitchell, J.E., Peterson, P.N., Riegel, B., Sam, F., Stevenson, L.W., Tang, W.H., Tsai, E.J., Wilkoff, B.L. (2013).
  6. Guía 2013 ACCF/AHA para el manejo de la insuficiencia cardíaca: informe del Grupo de Trabajo de la Fundación del Colegio Americano de Cardiología/Asociación Americana del Corazón sobre Pautas de Práctica. Revista del Colegio Americano de Cardiología, 62(16), e147-e239.
  7. Bradley, T.D., & Floras, J.S. (2009). Apnea del sueño e insuficiencia cardíaca: parte II: apnea del sueño central. Circulación, 119(20), 2621-2630.
  8. Barry, P.W., & Pollard, A.J. (2002). Enfermedad de altitud. BMJ, 325(7357), 226-229.
  9. Boutou, A.K., Shrikrishna, D., Tanner, R.J., Smith, C., Kelly, J.L., Ward, S.P., Polkey, M.I., Moxham, J., Hopkinson, N.S. (2014). Índices de función pulmonar para predecir la mortalidad en EPOC. Revista Europea de Respiración, 44(4), 1061-1069.
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