Anaconda, (género Eunectes), cualquiera de las dos especies de serpientes que aman el agua y se encuentran en la América del Sur tropical. La anaconda verde (Eunectes murinus), también llamada anaconda gigante, sucuri o kamudi de agua, es una serpiente de color oliva con manchas negras alternas de forma ovalada. La anaconda (Eunectes notaeus) amarilla o del sur es mucho más pequeña y tiene pares de puntos superpuestos.
Las anacondas verdes viven a lo largo de las aguas tropicales al este de las montañas de los Andes y en la isla caribeña de Trinidad. Esta es sin duda la serpiente de mayor tamaño en todo el mundo. Aunque las anacondas y las pitones se han medido de manera confiable en más de 9 metros (30 pies) de largo, se ha informado que las anacondas miden más de 10 metros (33 pies) y están mucho más construidas. La mayoría de los individuos, sin embargo, no exceden los 5 metros (16 pies).
ANACONDA » Hábitat, tamaño y alimentación. Foto por DenisDoukhan Pixabay
En América del sur se mantienen ciertos mitos cerca de las anacondas. Se dice que cambian de forma, se esconden en el agua, devoran seres humanos de un trago o que son seres con magia. La verdad es que esta es la serpiente que más impone miedo (1).
Hábitat de la anaconda
Esta suele vivir entre pantanos y arroyos, lugares con agua que se muevan de forma lenta. Es por ello que su hábitat normal es en la zona del Orinoco y el Amazonas de América del Sur (2). A pesar de ser enormes, son muy sigilosas en su movimiento dentro del agua, tanto sus ojos como los orificios de la nariz se encuentran en la parte de arriba de la cabeza. Lo que les permite ver a sus presas mientras se encuentran dentro del agua.
Crecen en medio del calor y la humedad, es por ello que saben nadar muy bien, cuando necesitan tomar el sol se cuelgan de las ramas de árboles grandes.
Tamaño
Las anacondas verdes pueden crecer hasta más de 8 metros, pesar más de 250 kilos y medir más de tres metros de diámetro. Las hembras son mucho más grandes que los machos, las anacondas amarillas que son las que se encuentran en América del Sur, son mas pequeñas que las verdes.
Las anacondas amarillas suelen ser doradas, con manchas y rayas de color marrón. Todas tienen un patrón de escamas en la cola de color amarillo y negro. Su tamaño normal es de casi 2.8 metros (3).
Alimentación
La dieta de la anaconda incluye venados, cerdos salvajes, aves y roedores grandes y también animales acuáticos como peces y reptiles (caimán) (4). Las anacondas nadan bien y matan a sus presas estrangulándolas. Si eso no funciona, los ahogan. Estas serpientes pueden sobrevivir años sin comer.
Las anacondas también suelen alimentarse de tapires, capibaras, pecaríes, tortugas, ovejas y perros. Se sabe que ocasionalmente se aprovechan de los jaguares y se pueden confirmar los ataques a los humanos, aunque esto es raro.
Las anacondas se tragan su presa entera, comenzando por la cabeza. Esto es así, las patas se doblan hacia arriba y la presa desciende suavemente. La anaconda puede tragar presas mucho más grandes que el tamaño de su boca, ya que su mandíbula se puede romper y los huesos de la mandíbula están ligeramente conectados al cráneo.
Mientras la serpiente come, sus músculos tienen contracciones parecidas a las olas, aplastando aún más la presa y empujándola hacia abajo con cada mordida.
Mitos y Realidades
En América del Sur, existen numerosos mitos sobre las anacondas, incluyendo historias de cambio de forma y atribuciones mágicas. Sin embargo, estos son mitos sin fundamento científico. La percepción de la anaconda como una serpiente temible se debe más a su impresionante tamaño y aspecto que a su comportamiento real (5).
Rferencias:
- Rivas, J. A., & Burghardt, G. M. (2005). Eunectes murinus. Journal of Herpetology, 39(2), 293-295.
- O’Shea, M. (2007). Boas and Pythons of the World. Princeton University Press.
- Wallach, V., Williams, K. L., & Boundy, J. (2014). Snakes of the World: A Catalogue of Living and Extinct Species. CRC Press.
- Magnusson, W. E., Lima, A. P., Luizão, R., Luizão, F., Costa, F. R. C., de Castilho, C. V., & Kinupp, V. F. (2005). RAPELD: A modification of the Gentry method for biodiversity surveys in long-term ecological research sites. Biotropica, 37(4), 577-589.
- Fearnside, P. M. (2005). Deforestation in Brazilian Amazonia: History, rates, and consequences. Conservation Biology, 19(3), 680-688.
