Cobra Filipina » Descripción, Hábitat y Dieta

María José González

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La cobra filipina (Naja philippinensis) es una serpiente venenosa nativa de Filipinas, conocida por su capucha distintiva y su veneno neurotóxico.

COBRA FILIPINA » Descripción, Hábitat y Dieta

La cobra filipina (Naja philippinensis), también conocida como la cobra del norte de Filipinas, es una especie corpulenta y altamente venenosa de cobra escupidora originaria de las regiones del norte de Filipinas. Pertenece al género Naja, de la familia Elapidae (1).

Esta serpiente se distingue por su comportamiento único y sus adaptaciones fisiológicas. Aunque se la conoce comúnmente como la tercera serpiente más peligrosa del mundo y la cobra más mortal del planeta, esta afirmación podría considerarse exagerada, ya que la peligrosidad de una serpiente depende de diversos factores como la distribución geográfica, la interacción con los humanos y la disponibilidad de tratamiento médico en caso de mordedura (2).

COBRA FILIPINA » Descripción, Hábitat y Dieta. Foto por NIvedh P Unsplash

La cobra filipina se encuentra principalmente en las regiones del norte de Filipinas, incluyendo las islas de Luzón, Mindoro, Catanduanes, Marinduque y Masbate (3).

Cobra Filipina, características y forma de vida

Las cobras escupidoras, como la cobra filipina, son únicas en su uso de veneno y en sus sistemas de administración del mismo. Este comportamiento de escupir veneno es un mecanismo de defensa evolucionado de manera independiente en varias especies de cobras (4). La cobra filipina ha desarrollado un comportamiento defensivo especializado para alejar a los posibles depredadores: la capacidad de proyectar veneno de sus colmillos.

El veneno generalmente se dirige a los ojos del objetivo, y si incluso una pequeña cantidad de veneno entra en contacto con el ojo, produce dolor intenso, alteración de la córnea e hinchazón de los ojos, y en casos extremos, puede causar ceguera temporal o permanente.

Anatomía de la Cobra Filipina

La anatomía del colmillo de la cobra filipina es notablemente eficaz para su modo de defensa. Los colmillos tienen una apertura frontal y circular que permite que la corriente de veneno expulsada se desplace hacia adelante, en lugar de hacia abajo, lo que aumenta la precisión y el alcance de su ataque (5).

La cobra filipina es una serpiente robusta de longitud media con costillas cervicales largas capaces de expandirse, lo que le permite formar una capucha cuando se siente amenazada. Esta característica es común en las cobras y sirve como una advertencia visual para los depredadores y amenazas. La longitud promedio de esta especie es de 1,0 metros (3,3 pies), aunque hay registros de individuos que alcanzan los 1,6 metros (5,2 pies).

Es importante mencionar que el tamaño puede variar según el hábitat y la disponibilidad de presas (6). Las subpoblaciones de la especie, especialmente en la isla de Mindoro, pueden alcanzar una longitud de 2 metros (6,6 pies).

La cabeza es elíptica, ligeramente distinta del cuello, con un hocico corto y redondeado y fosas nasales grandes. Estas características físicas son adaptaciones que facilitan la respiración y la caza en su hábitat natural (7). Los ojos son de tamaño moderado, con pupilas de color marrón oscuro y redondo. Esta coloración ocular es típica de las cobras y ayuda en la percepción de movimiento y profundidad, importantes para la caza y la defensa (8). Las serpientes adultas son uniformemente de color marrón claro a medio, mientras que los juveniles tienden a ser de un color marrón más oscuro.

Hábitat

El hábitat de la cobra filipina incluye llanuras bajas y regiones boscosas, así como campos abiertos, praderas, junglas densas, campos agrícolas y asentamientos humanos. Esta amplia gama de hábitats refleja su capacidad de adaptación y su éxito como depredador (9). Esta especie de cobra es particularmente aficionada al agua, lo que explica su frecuente presencia cerca de estanques, ríos o grandes charcos de agua.

Dieta

Cobra Filipina. Photo by David Clode. Unsplash.
Cobra Filipina. Photo by David Clode. Unsplash.

La dieta de esta especie se compone predominantemente de pequeños mamíferos, ranas e incluso otras serpientes. Los roedores, como los ratones y las ratas pequeñas, son una parte crucial de su dieta, proporcionando la energía necesaria para su rápido metabolismo (10).

Sin embargo, también consumen lagartijas, ranas, huevos y, ocasionalmente, pájaros pequeños.

Veneno

El veneno de la cobra filipina es una potente neurotoxina que afecta la función respiratoria y puede causar neurotoxicidad y parálisis respiratoria, ya que estas sustancias interrumpen la transmisión de señales nerviosas al unirse a las uniones neuromusculares cerca de los músculos.

Investigaciones han demostrado que el veneno de la cobra filipina es extremadamente potente, con una concentración baja de toxinas que pueden tener efectos graves (11). Estas serpientes son capaces de escupir con precisión su veneno a un objetivo a una distancia de hasta 3 metros.

Los síntomas de una mordedura pueden variar, pero generalmente incluyen dolor de cabeza, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, mareos y dificultad para respirar. Las mordeduras de la cobra filipina producen un cuadro clínico distintivo caracterizado por una neurotoxicidad grave de inicio rápido y un daño tisular local mínimo.

Referencias:

  1. Wüster, W., & Thorpe, R. S. (1992). Asiatic cobras: Systematics and snakebite. Experientia, 48(7), 650-656.
  2. Chippaux, J. P. (1998). Snake-bites: Appraisal of the global situation. Bulletin of the World Health Organization, 76(5), 515.
  3. Leviton, A. E., Wogan, G. O., Koo, M. S., Zug, G. R., Lucas, R. S., & Vindum, J. V. (2003). The dangerously venomous snakes of the Philippine Archipelago with identification keys. Herpetological Monographs, 17, 1-120.
  4. Jackson, K. (2003). The evolution of venom-delivery systems in snakes. Zoological Journal of the Linnean Society, 137(3), 337-354.
  5. Young, B. A., Kardong, K. V., & Smith, T. L. (2004). The functional morphology of hooding in cobras. Journal of Experimental Biology, 207(Pt 18), 3483-3494.
  6. Greene, H. W. (1997). Snakes: The Evolution of Mystery in Nature. University of California Press.
  7. Mattison, C. (2007). The New Encyclopedia of Snakes. Princeton University Press.
  8. Shine, R. (1991). Australian Snakes: A Natural History. Reed Books.
  9. Minton, S. A. (1966). A contribution to the herpetology of West Pakistan. Bulletin of the American Museum of Natural History, 134(2), 29-184.
  10. Murphy, J. C., & Voris, H. K. (2014). A guide to the snakes of Southeast Asia. Natural History Publications (Borneo).
  11. Fry, B. G., Wüster, W., Kini, R. M., Brusic, V., Khan, A., Venkataraman, D., & Rooney, A. P. (2003). Molecular evolution and phylogeny of elapid snake venom three-finger toxins. Journal of Molecular Evolution, 57(1), 110-129.
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