Serpiente Coral » Características, Colores y Hábitat

María José González

Actualizado el:

Las serpiente Coral son pequeñas y venenosas, con aproximadamente 85 especies distribuidas en América y Asia, poseen un veneno neurotóxico altamente potente.

SERPIENTE CORAL » Características, Colores y Hábitat

Las serpientes de coral se encuentran en la familia Elapidae. Existen aproximadamente 70 diferentes especies de serpiente de coral en América y casi 15 en Asia (1). Una de las características más distintivas de la coral son sus brillantes colores y patrones en su piel.

Las serpientes de coral son pequeñas, de colores muy brillantes y son serpientes altamente venenosas. Su veneno es considerado el segundo más potente de todos (solo superada por la mamba negra); sin embargo, su sistema de administración de veneno no es tan eficiente, por lo que serpientes como la cascabel son consideradas más peligrosas que la misma coral (2).

SERPIENTE DE CORAL » Características, colores, hábitat. Foto por Reidastexturas Pixabay

Las serpientes coral se pueden dividir en dos grupos, las americanas y las asiáticas, o también como: Las del nuevo Mundo y las del viejo mundo. Las del nuevo mundo son todas las que se encuentran en América, las más tóxicas, debido a las neurotoxinas que desprende su veneno (pueden matar a cualquier persona en poco tiempo). Las conocidas como del viejo mundo, habitan en Asia (3).

Características de la serpiente de coral

Estas se caracterizan por su cuerpo delgado y pequeño, no miden más de medio metro. Su cabeza no es muy pronunciada por lo que en ocasiones puede ser difícil distinguir su cola y su cabeza (4).

Aprovechan la similitud de su cola y su cabeza para distraer a sus depredadores, ocultando su cabeza en la tierra y exponiendo su cola a la vista cuando las atacan. Esto con el fin de perder la cola pero no la cabeza (5).

Cuando las amenazan, emiten un sonido de estallido al expulsar aire por una única abertura del tracto urinario, reproductivo e intestinal, con la finalidad de intimidar al depredador o amenaza (6).

Las serpientes de coral suelen comer animales como ranas, lagartijas y hasta a otras serpientes de menor tamaño. Las serpientes de coral de Asia suelen comer a serpientes ciegas o de cabeza negra, aprovechando sus ventajas (7).

Colores brillantes

Lo primero que salta a la vista de las serpientes de coral son sus cuerpos coloridos y brillantes, colmillos cortos pero bien fijos y un veneno altamente poderoso. Pese a su nombre, solo algunos ejemplares de la especie tienen la tonalidad coral; sin embargo, todas tienen patrones similares y vistosos colores: bandas rojas, seguidas de bandas amarillas (8).

Muchas especies imitan los colores llamativos de la coral para evitar que algunos depredadores las amenacen. Está el caso de la serpiente nariz de pala, este ejemplar tiene colores muy parecidos e incluso, tiene bandas amarillas que tocan bandas negras, similar a la coral (9).

Hábitat

Los especímenes que viven en bosques pasan la mayor parte de su tiempo debajo de hojas secas o enterradas. Prefieren zonas boscosas o pantanosas para habitar, pero se han visto casos en donde se han hallado en matorrales de arena. Estas viven en diferentes desiertos, pero en donde más podemos encontrar es en el desierto de Arizona, y son las más peligrosas (10).

Suelen ser más activas durante la noche y no es común verlas en grupos, al contrario, son especies solitarias. Pueden hallarse en áreas suburbanas. Se ven más comúnmente en la primavera (11).

Peligros de la Serpiente Coral

A pesar de su tamaño pequeño, las serpientes de coral representan un peligro significativo para los humanos y otros animales debido a su potente veneno. Este veneno contiene toxinas neurotóxicas, que pueden causar parálisis y falla respiratoria en las víctimas (12). Aunque las mordeduras son relativamente raras debido a la naturaleza esquiva de estas serpientes y su preferencia por hábitats alejados de la actividad humana, una mordedura no tratada puede ser fatal.

La identificación errónea de estas serpientes también representa un peligro. Muchas especies no venenosas imitan los colores de la serpiente coral, lo que puede llevar a confusiones peligrosas. Por ejemplo, en áreas donde coexisten serpientes corales y sus imitadores no venenosos, las personas pueden subestimar el peligro real al confundir una serpiente coral venenosa con una inofensiva.

Prevención de Mordeduras

La educación sobre su identificación y comportamiento es crucial para la prevención de mordeduras. Se recomienda que las personas eviten interactuar con cualquier serpiente de colores brillantes y busquen asesoramiento profesional en caso de encuentros en áreas donde habitan serpientes de coral.

Tratamiento de Mordeduras

En caso de una mordedura de serpiente coral, es vital buscar atención médica inmediata. El tratamiento generalmente implica la administración de antiveneno específico para neutralizar los efectos del veneno. La atención de soporte, incluida la asistencia respiratoria, puede ser necesaria dependiendo de la gravedad de la mordedura (13).

Referencias:

  1. Roze, J. A. (1996). Coral Snakes of the Americas: Biology, Identification, and Venoms. Krieger Publishing Company.
  2. Fry, B. G., Vidal, N., Norman, J. A., Vonk, F. J., Scheib, H., Ramjan, S. F. R., … & Hodgson, W. C. (2006). Early evolution of the venom system in lizards and snakes. Nature, 439(7076), 584-588.
  3. Wüster, W., Ferguson, J. E., Quijada-Mascareñas, J. A., Pook, C. E., Salomão, M. G., & Thorpe, R. S. (2005). Tracing an invasion: landbridges, refugia, and the phylogeography of the Neotropical rattlesnake (Serpentes: Viperidae: Crotalus durissus). Molecular Ecology, 14(4), 1095-1108.
  4. Savage, J. M., & Slowinski, J. B. (1992). The coloration of the venomous coral snakes (Serpentes: Elapidae) and their mimics (Serpentes: Colubridae). Biological Journal of the Linnean Society, 45(3), 235-254.
  5. Greene, H. W. (1997). Snakes: The Evolution of Mystery in Nature. University of California Press.
  6. Kardong, K. V., & Bels, V. L. (1998). Rattlesnake strike behavior: kinematics. Journal of Experimental Biology, 201(6), 837-850.
  7. Mattison, C. (2007). The New Encyclopedia of Snakes. Princeton University Press.
  8. Campbell, J. A., & Lamar, W. W. (2004). The Venomous Reptiles of the Western Hemisphere. Cornell University Press.
  9. Pfennig, D. W., Harcombe, W. R., & Pfennig, K. S. (2001). Frequency-dependent Batesian mimicry. Nature, 410(6829), 323.
  10. Secor, S. M., & Nagy, K. A. (1994). Bioenergetic correlates of foraging mode for the snakes Crotalus cerastes and Masticophis flagellum. Ecology, 75(5), 1600-1614.
  11. Shine, R., Harlow, P. S., Keogh, J. S., & Boeadi. (1998). The influence of sex and body size on food habits of a giant tropical snake, Python reticulatus. Functional Ecology, 12(2), 248-258.
  12. Fry, B. G., Wüster, W., Kini, R. M., Brusic, V., Khan, A., Venkataraman, D., & Rooney, A. P. (2003). Molecular evolution and phylogeny of elapid snake venom three-finger toxins. Journal of Molecular Evolution, 57(1), 110-129.
  13. Kasturiratne, A., Wickremasinghe, A. R., de Silva, N., Gunawardena, N. K., Pathmeswaran, A., Premaratna, R., … & Janaka de Silva, H. (2008). The global burden of snakebite: a literature analysis and modelling based on regional estimates of envenoming and deaths. PLoS Medicine, 5(11), e218.
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